Señal de la cruz
Contemplando a María, refugio de los pecadores, oremos por todos aquellos que no tienen esperanza. Oremos para que todos busquemos las realidades del Cielo.
Acto de contrición
Dios mío, siento mucho haberte ofendido, porque eres infinitamente bueno, infinitamente amable y el pecado te desagrada. Tomo la firme resolución, con la ayuda de vuestra Santa Gracia, de no volver a ofenderos y hacer penitencia.
Meditación de la Palabra de Dios
Lectura de la carta de San Pablo Apóstol a los Colosenses (3, 1-3)
Habéis resucitado con Cristo, buscad las realidades del Cielo: ahí está Cristo, sentado a la diestra de Dios. Piensa en las realidades del Cielo, no en las de la tierra. De hecho, habéis pasado por la muerte y vuestra vida permanece oculta con Cristo en Dios.
Extracto de los manuscritos de Laus
«A una mujer que perseveraba en su pecado, Benita, al ver su obstinación, le dijo nuevamente que esta vida es fugaz, que debemos pensar en la eternidad que nunca terminará y que terminará en el paraíso o en el infierno».
Rezar diez Avemarías
Canto
Invocación
Nuestra Señora de Laus, Refugio de los pecadores, ¡Ora por nosotros!
Oración de Laus
Señor, lleno de ternura y misericordia, eres bendito por tu Hijo Jesús que nos dio Laus, refugio de los pecadores. Eres bendito por María, nuestra madre, que vino a este refugio para visitar a los hombres y sus sufrimientos. Eres bendito por Benita Rencurel, por su testimonio y por los 54 años de escucha de la Bella Señora. Además, Señor, por intercesión de María, morada del Espíritu Santo, transforma nuestros corazones de piedra en corazones de carne. Que nosotros, siguiendo a Benita, nos dejemos transformar para vivir hoy y mañana la fidelidad al Evangelio, en la Iglesia y en el mundo. Amén.
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