¿SER RICO ES
MALO?
El 26
de junio de 2011 la periodista Milagros
Socorro escribió en El Nacional:.
-Cuando Chávez llevaba poco más de un año en el
poder, un semanario local publicó una información acerca del lujoso pent house
que Juan Barreto había comprado en la urbanización El Rosal. El apartamento
había asombrado a los testigos por el gran tamaño del jacuzzi, pero, sobre
todo, por el techo de una de las habitaciones, porque ofrecía la posibilidad de
desplegarse y dejar el aposento abierto al cielo, con solo apretar el botón de
un control remoto.
Luego
advirtió:
-En
cuestión de un año había acumulado una fortuna y su boato estaba a la vista del
país. Y eso no impidió que Barreto escalara posiciones en la revolución. Lejos
de constituir una mácula, su rapacidad era un aval de consistencia
revolucionaria.
Muy rápidamente, la chavoburguesía constituyó una
especie pelotón de samurais, una élite que encarnaba el éxito del régimen en
producir magnates instantáneos. Cada millonario súbito era la prueba de que
había un nuevo orden, en cuyas manos estaba abrir y cerrar los grifos de las
influencias que harían a un hombre escalar de El Valle a un pent house soñado
en el este de Caracas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario