Wuilly Arteaga: El violinista de la paz seguirá en la calle
Luego de que efectivos de la Guardia Nacional atacaran a Wuilly Arteaga y le rompieran su violín, con el cual tocaba música venezolana en las manifestaciones de la oposición en Caracas, el joven musico recibió esta misma noche otro instrumento, donado por el odontólogo Benjamin Fekete
Caracas.- El violinista Wuilly Arteaga ha pasado del anonimato a la exposición mediática mundial, en menos de tres semanas. Hasta la fecha ha participado en varias marchas convocadas por la oposición. Se integró a una el ocho de mayo, luego de que saliera de un ensayo con unos amigos.
No le gustó que la Guardia Nacional iniciara la represión contra manifestantes pacíficos, que deseaban marchar hasta el centro de Caracas, y se incorporó a la protesta con su única arma: un violín.
Arteaga, nacido en Valencia y residente en Caracas, estuvo durante casi cinco horas interpretando un variado repertorio de canciones venezolanas, cerca, muy cerca de los funcionarios de la Guardia Nacional que reprimían a la gente.
En conversación con El Pitazo dijo que “llegué hasta el límite entre los manifestantes y la GN y empecé a tocar el himno nacional. Luego seguí y seguí para luego comenzar a recibir bombas lacrimógenas. Caían de todas partes. Mi mensaje es de paz y no de violencia. No conocía a ninguno de los muchachos que estaban ahí y de pronto recibí mucha solidaridad. Me prestaron un casco y algunos me protegían con sus escudos”.
Estuvo cinco horas tocando, aunque hubo breves intervenciones por que Wuilly se ahogaba con el gas lacrimógeno. “No tenía miedo. Miedo me da salir a la calle para que nos roben y nos maten por un par de zapatos”.
Estuvo ocho meses sin su instrumento musical pues hace un año se lo robaron. Recibió un violín nuevo de un donante de Barquisimeto. Con ese violín, se hizo conocido en medio mundo pues su imagen tocando bajo la lluvia de bombas.
Trabaja a destajo como músico y también canta, compone y toca piano.
Dijo que ha recibido amenazas telefónicas de gente cercana al oficialismo, según admite, y hasta perdió un trabajo de medio turno, en un hotel del Gobierno acá en Caracas. Tocaba el piano y fue despedido la misma noche de su salto a la fama, el 8 de mayo.
En la marcha “Somos Millones”, camino con otros amigos músicos hasta el Rosal, al este de Caracas. Tocó de nuevo el Himno Nacional ante los funcionarios de la GN y recibió un bombazo de respuesta. No le pegó pero si le molestó el humo tan tóxico que inhaló.
Este miércoles, Wuilly volvió a las calles a tocar su violín. El Pitazo le preguntó:
– ¿Tienes miedo?
-No tengo miedo, yo sigo caminando. Mi mensaje es de paz y de reconciliación.
– ¿Te siguen amenazando vía telefónica?
– Sí, lo han hecho. Yo sigo adelante.
-¿Qué pasa si te agreden hoy?
– Yo vine acá a tocar. Yo no vine a pelear. Mi mensaje es de paz.
Hora y media después de esta breve charla, Wuilli fue agredido por efectivos de la Guardia Nacional. Lo empujaron, lo patearon y le quitaron su violín. Se lo regresaron destruido. Lloró desesperadamente y dijo que no era justo lo que pasaba.
La prensa nacional e internacional reseñó la nueva agresión y eso activó la solidaridad nacional e internacional para con Wuilly.
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