Bisexualidad, una orientación que no escapa de los prejuicios
- El periodista y activista en derechos humanos de la ONG Caleidoscopio Humano, Arquímedes Reyes, y el psicólogo Ricardo Mendoza dieron sus impresiones sobre la bisexualidad. La conversación giró en torno a la reivindicación y visibilidad de estas personas que también forman parte de la comunidad LGTBI
Había una vez un pequeño jardín, allí estaban cuatro amigos: un círculo naranja, un cuadrado verde y un triángulo azul. También los acompañaba un rombo violeta con puntos blancos. A este último sus compañeros siempre le decían: ¡Tú no eres un rombo, eres un triángulo. Además, no inventes colores!
El párrafo anterior es un ejemplo de una historia para hablarle a los niños y niñas sobre personas bisexuales.
Ricardo Mendoza, psicólogo de la Universidad Yacambú, en Barquisimeto (estado Lara) destacó para El Diario que la bisexualidad debe ser tratada como un tema cotidiano en la familia, en correspondencia a las distintas etapas y edades de niños, niñas y adolescentes.
Referencias bisexuales
Arquímedes Reyes, periodista y activista en derechos humanos perteneciente a la ONG Caleidoscopio Humano resalta en entrevista con El Diario que la inclusión de las personas bisexuales debe empezar por no reforzar estereotipos y prejuicios vinculados con la promiscuidad, imposibilidad de mantener relaciones afectivas estables y monógamas, propensión a prácticas sexuales de riesgo, entre otros.
Señala que la presencia de personajes abiertamente bisexuales en series, películas y contenidos audiovisuales hacen posible que las personas puedan sentirse identificadas y representadas, ante parrillas de programación donde la heterosexualidad es la norma.
La casa de las flores o Sex education son ejemplo de ello. En estas series, que pueden verse a través de Netflix, hay personajes que se sienten atraídos, les gustan, aman o se enamoran de hombres y mujeres en el transcurrir de las historias.
Resalta que un gran número de periodistas se han sumado a la creación de contenidos dedicados a los derechos humanos, teniendo en cuenta derechos sexuales y reproductivos.
Organizaciones LGBTI en Venezuela
La Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam), con sedes en Caracas y Miranda, es el primer espacio recomendado por Reyes como un lugar seguro para personas bisexuales.
Esta institución sin fines de lucro implementa desde el año 2007 un programa de diversidad sexual con el propósito de la atención integral de adolescentes y jóvenes pertenecientes a la población LGBTI. Hacen énfasis en las personas transgénero y su acceso a control ginecológico, urológico, endocrino, cuidados preventivos y salud mental.
Asociación Civil Venezuela Igualitaria, fundación Reflejos de Venezuela y la ONG Tu País Plural son parte de la lista de organizaciones que también recomienda el activista.
Arquímedes Reyes recordó que aún existen países donde formar parte de la población LGBTI es sinónimo de cárcel o muerte y nadie escoge nacer en el camino más difícil, las personas bisexuales no escapan de esta realidad.
Visibilidad y salud mental
Compara las consecuencias en la salud mental producto del confinamiento por covid-19 con lo vivido por las poblaciones LGBTI al estar “dentro del clóset o armario”, pues se han hallado síntomas de estrés postraumático en personas sexo-diversas.
Detalla que a pesar de que el aislamiento se refiere a un espacio físico, el no poder salir de casa y “estar en el clóset” (como la limitación de la expresión de la sexualidad) inciden en la salud mental.
Las personas bisexuales se ven expuestas a estereotipos y prejuicios a través de bromas en centros de trabajo, instituciones educativas, grupos familiares o amigos.
Ricardo mencionó que aún existen “carencias” en la malla curricular de diferentes escuelas de psicología en Venezuela que no han asimilado nuevas perspectivas de diversidad. Mencionó que la educación para la tolerancia es vital, desde la empatía y la atención constante.
¿Qué es orientación sexual?
De acuerdo con la asociación civil Venezuela Igualitaria, la orientación sexual es “una atracción constante hacia otra persona en el plano emotivo, erótico y afectivo (…). Define básicamente a qué personas, en función de su género, somos capaces de amar y formar relaciones sexo-afectivas estables o no”.
Es posible resumir este aspecto de la sexualidad de las personas en tres preguntas: ¿Quién me gusta? ¿Quién me atrae? ¿De quién me enamoro?
Este documento separa categorías que eran asumidas como indivisibles por materiales precedentes (sexo asignado al nacer, género, identidad de género y orientación sexual). Apunta que no existe evidencia de que las personas puedan elegir la orientación sexual.
“Uno de los pesos que cargamos como gremio es haber apoyado terapias de conversión. La orientación sexual no se enseña ni se modifica”, señaló Mendoza, en referencia a las terapias que buscaban patologizar a las poblaciones LGBTI.
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