Cuba, Irán y Venezuela, trilogía macabra
Con este asunto de los padrinos mágicos del régimen va a pasar igual que con los escandalosos hallazgos de la misión especial de la ONU que corroboró las terribles violaciones de los derechos humanos: la espantosa verdad nos estallará en la cara cuando ya no haya por dónde escapar.
Muchos han sido los que han advertido de los estrechos vínculos que tienen los regímenes cubanos y venezolanos. La dictadura de la isla ha servido de ejemplo y de guía durante más de 20 años, y como resultado, se felicitan por el éxito al conseguir el sometimiento del pueblo venezolano a la cúpula rojita.
Ya se sabe, como lo expuso la organización Prisoner Defenders, que Cuba usa a los médicos que envía a Venezuela para más que regalar aspirinas. Han sido años de infiltración hasta en las acciones más cotidianas. Ahora hay muchos profesionales cubanos que reniegan de las órdenes que recibieron, pero todavía quedan los que hacen el trabajo sucio.
Esa infiltración llega a los últimos rincones del Estado, como las fuerzas armadas e incluso los colectivos, y son los responsables del entrenamiento de muchos de los agentes de los cuerpos de seguridad responsables de reprimir a la gente cansada de vivir tanta miseria.
Y por si fuera poco tener como respaldo a la macabra dictadura cubana, el otro factor de la ecuación es el régimen iraní, que ahora con toda desfachatez aclara lo que muchos ya habían denunciado, que se han llenado de oro venezolano a cambio de gasolina y asesores.
Aunque suene a cliché, las malas juntas del régimen venezolano hablan mucho de su propia naturaleza. No es que hayan tenido la intención de negarlo. Eso era antes, cuando a Chávez le encantaba mantener las apariencias. Ahora van por la calle del medio sin importarles que los llamen criminales, terroristas o dictadores.
El respaldo del régimen iraní le ha dado oxígeno a una cúpula cruel que lo que quiere es terminar de ahogar a la gente. No les importa a cuál precio, están dejando al país sin respaldo económico. Y está visto que los iraníes no son carmelitas descalzas, pues la posición estratégica de Venezuela la hace la joya de la corona. Estar apostados al norte de Suramérica es una excelente recompensa por los favores recibidos.
Y eso que solo mencionamos esta trilogía del terror, sin contar con los narcos y las FARC. El chavismo ha demostrado ser un tumor difícil de extirpar.
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