En 12 estados del país se registraron 26 suicidios de niños, niñas y adolescentes
De acuerdo con Cecodap, el Estado no emplea políticas públicas en la prevención del suicidio. Según una investigación de la organización, entre 2013 y 2017, el Estado no asignó ni 1 % del presupuesto total a la salud mental de los menores de edad.
Caracas. El suicidio está estigmatizado en la sociedad y en los medios de comunicación. Poco se habla de él y pocas son las políticas públicas que emplea el Estado para prevenirlo. Cuando se trata a niños, niñas y adolescentes es lo mismo.
La organización Cecodap registró que al menos 26 niños, niñas y adolescentes (NNA) se suicidaron en 12 estados de Venezuela, entre 2019 y el primer semestre de 2020, que fueron reseñados por los medios de comunicación digitales.
Esta cifra plantea el subregistro de la información con respecto al tema, pues una investigación del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) y Cecodap, en 2019, documentó 88 suicidios en menores de edad. Mientras que en 2020, el OVV reportó 19 casos en el primer semestre.
Guárico y Falcón fueron los estados que reportaron más casos. Las otras entidades que tuvieron una alta incidencia fueron Lara, Distrito Capital, Anzoátegui, Mérida, Miranda y Nueva Esparta.
Desde 2014, Cecodap ha investigado el suicidio en los menores de edad y ha notado un incremento año tras año. En ese año documentaron 11 suicidios en el país, en 2015 hubo 14 casos, en 2016 al menos 17 y en 2017 incrementó a 34.
En el informe titulado El suicidio infantil: un problema olvidado en medios de comunicación y políticas públicas de Venezuela, refleja la opacidad de las cifras y la ausencia de políticas públicas del Estado para prevenir el suicidio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la salud mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida y es capaz de contribuir con su comunidad.
Cecodap realizó un seguimiento a la prensa digital para obtener los datos. Casi 80 % de los registros de los medios de comunicación no tenía el grado de instrucción de las víctimas, lo que demuestra el limitado acceso a la información que tienen los periodistas para abordar estos temas.
Sin embargo, los datos recabados indicaron que 30, 8 % de los menores de edad cursaba la etapa media inicial, 11, 5 % primaria y 3,8 % estaba en la universidad. El resto se desconoce, porque no fue publicada en los medios.
Tampoco se publican los nombres de las víctimas, en obediencia a la Ley Orgánica de Protección a los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna). Pero la organización asegura que, ante el contexto venezolano, identificar a las víctimas, siempre y cuando no se violente la dignidad de los menores de edad, apela a la memoria y al derecho a la información.
“Observamos un patrón en el que es muy marcada la edad y el género. En los adolescentes varones el pico de casos estaba en los 13 años, en cambio en las mujeres el pico está en los 14 años”, explicó Vanessa Moreno Losada, periodista y coordinadora de comunicaciones de Cecodap.
El suicidio infantil no tiene una sola causa, hay un detonante que es el último impulsor de la acción. Los conflictos familiares (30,6 %), como las peleas entre padres, los castigos o las discusiones, son el primer motivo que aparece en los medios de comunicación. El abuso sexual y los trastornos psiquiátricos (3,8 %) también fueron registrados en la prensa.
“Hay dos casos que documentamos relacionados con las consecuencias por la pandemia de COVID-19 en Venezuela, todo el estrés que pudo producir la situación, la cuarentena y la educación a distancia. Hubo un incremento de las alteraciones de ánimo y del riesgo suicida de los adolescentes. Uno de los casos reportados fue por la migración de su hermano”.
Sin acceso a la información
El Ministerio de Salud o el Ministerio de Justicia y Paz no ofrecen cifras oficiales de suicidios. Los periodistas no tienen acceso a la información y la mayoría de las publicaciones son extraoficiales.
Cecodap encuestó a los reporteros que cubren la fuente de sucesos y encontró que hay mucho estigma para cubrir los suicidios, un problema de salud pública del que poco se habla.
“La salud mental no tiene fuerza en la agenda editorial de los medios, aun cuando los efectos de la emergencia humanitaria compleja también impactan este aspecto”, indica el informe.
19, 1 % de los medios de comunicación tiene prohibida la publicación de casos de suicidios, según investigación de la organización.
“Hacemos un llamado al rol de los medios, que pueden ayudar a contribuir a superar los estereotipos, los estigmas y este dolor”, dijo Moreno Losada.
Presupuesto para la salud mental
Los programas de salud mental no tienen prioridad dentro del presupuesto de la nación. Cecodap analizó las memorias y cuentas del Ministerio de Salud entre 2013 y 2017. En este tiempo hubo tres programas que abordaban la salud mental, que eran insuficientes y la niñez era prácticamente invisibilizada en esos proyectos.
En el período investigado, la organización determinó que el Estado no asignó ni 1 % del presupuesto total a la salud mental de los menores de edad.
“Los niños y adolescentes no se ven reflejados dentro de las líneas prioritarias de las cuales el Ministerio de Salud hace mención en su memoria y cuenta”, explicó la periodista e investigadora Carmen Victoria Inojosa.
La periodista destacó que la prevención del suicidio y la salud mental quedan delegadas en los familiares y no se asume como una obligación del Estado, de acuerdo con los reglamentos vigentes y de los reglamentos internacionales de los cuales Venezuela es parte.
Según la OMS el suicidio es una de las principales causas de mortalidad en la población más joven de todo el mundo, aproximadamente 800.000 personas se suicidan cada año. Es la segunda causa de muerte entre las personas que tienen entre 15 y 29 años de edad.
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