Fernández: “No soy Lenín Moreno. Llegué con Cristina y me voy con Cristina”
El presidente argentino terminó con las especulaciones y aseguró que jamás romperá con el kirchnerismo
A poco más de un año de mandato, y en la víspera de las elecciones legislativas, Alberto Fernández despejó todas las dudas sobre un eventual divorcio político de su vicepresidente, Cristina Kirchner. En un mano a mano con el periodista oficialista Gustavo Sylvestre, el mandatario argentino dijo, sin brindar nombres, que existen sectores que tienen una intención de hacerlo “pelear” con su compañera de fórmula. Al respecto, Fernández aseguró que la unidad del Frente de Todos es sólida y que no piensa romper bajo ningún punto de vista con la expresidente.
En su interpretación, el enfrentamiento de los espacios que formaron el primer kirchnerismo, que integró con Sergio Massa antes de que ambos presentaran sus renuncias y pasaran a la oposición, fue lo que permitió que Mauricio Macri llegara al gobierno en 2015. Según sus declaraciones, esto no volverá a pasar nunca.
Ante la pregunta, seguramente conversada antes de la entrevista, sobre si existe una posibilidad de quiebre entre Alberto y Cristina, Fernández aseguró:
“Yo no soy Lenín Moreno. El que lo imaginó no me conoce. Yo puedo tener diferencias con Cristina… las tengo en algunas cosas. Pero yo acá llegué con Cristina y de acá me voy con Cristina”.
Lo cierto es que el mismo Fernández jugó con la ambigüedad y utilizó electoralmente esa posibilidad. Si desmenuzamos la totalidad de los votos que le dieron la presidencia al Frente de Todos a finales de 2019, sin dudas encontraremos una importante cantidad de votantes no kirchneristas, absolutamente desencantados con Mauricio Macri, que apostaron a una eventual traición del delfín, como ocurrió en Ecuador.
Claro que esos votos moderados ya están perdidos para Alberto, por lo que ahora prefiere la zona de confort del núcleo duro. Luego de acoplarse al discurso de CFK en contra de la justicia, ya todos los argentinos tenemos en cuenta que la que lleva la batuta es ella. Ni siquiera podemos hablar de un gobierno de coalición peronista. Esto es kirchnerismo con bigotes
Fernández hubiera preferido mantener la incertidumbre y la ambigüedad por un rato más. Al menos hasta después de las legislativas de este año. Pero los apuros judiciales de Cristina y sus enfrentamientos con los jueces y fiscales precipitaron todo. Por lo tanto, hubo que mostrar las cartas un tanto temprano, en un momento inconveniente para el oficialismo. Seguramente esto se traduzca en una merma de votos que sufrirá el peronismo en octubre.
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