“Yo estoy aquí desde las 4:00 de la mañana. Me llegó el mensaje y no me van a vacunar porque no hay vacunas; porque les gusta ver el pueblo así, arrodillado. Nadie nos quiere y todo el mundo entero nos odia”, dijo la mujer en las inmediaciones de un punto en Caracas.

Su denuncia se formuló junto con otra: un joven tapó la cámara del corresponsal de La Voz de América, Álvaro Algarra, impidiéndole registrar la jornada de vacunación.

“¿Por qué no puede grabar lo que está pasando en Venezuela? ¿Por qué no pueden grabar si están aquí?”, cuestionó la mujer.

Al ser preguntada sobre el impedimento de trabajo a la prensa dijo: “Porque estamos en dictadura”.

El fin de semana pasado comenzó la “segunda fase” de vacunación y el ministro de Salud del régimen, Carlos Alvarado, dijo que esta sería “masiva”.

A Venezuela han llegado desde febrero cargamentos de la vacuna desarrollada en Rusia, Sputnik V, como parte de una compra de 10 millones de dosis, que se anunció a finales del año pasado. También han llegado dosis de la vacuna china Sinopharm como parte de un convenio entre los dos países. Los cargamentos de ambas suman alrededor de 2 millones de dosis, cifra que la Academia Nacional de Medicina ha calificado reiteradamente de insuficiente para cumplir por lo menos con los sectores priorizados.

EL NACIONAL, 4-6-2021