De Bolsonaro-Trump a Lula-Biden: un cambio radical
Lula fue la voz de sus aliados izquierdistas hispanos en este encuentro, al proponer una profunda reforma en el Consejo de Seguridad de la ONU para que sus gobiernos sean miembros permanentes. Esto puede ser considerado como parte de la agenda del Foro de São Paulo en términos de seguridad, lo que sería de mucho provecho para China y Rusia en sus propósitos globales.
Lula llegó a los EEUU el 9 de febrero y volvió a Brasil el pasado sábado 11, luego de reunirse con el presidente Joe Biden, en un encuentro que fue de pobre trascendencia en comparación con la visita que hiciera Jair Bolsonaro a Donald Trump en 2019. Analicemos estos hechos.
Trump recibió a Bolsonaro con mucha clase, como cuando alguien recibe a un buen amigo. En aquella oportunidad, en su declaración conjunta, reconocieron la importancia de la lucha por la democracia venezolana contra la dictadura chavista. Por otra parte, hicieron mucho énfasis en la cooperación e intercambio comercial, ambiental, tecnológico y militar dejando una acentuada visión de la unión Brasil-EEUU como los más grandes y principales aliados en el continente americano para preservar la prosperidad y la seguridad en la región. En este sentido, hablaron abiertamente de la voluntad de cooperar en el combate contra el narcotráfico, el terrorismo, el cibercrimen y el lavado de dinero.
En esta oportunidad, Lula y Biden en su declaración conjunta, refuerzan la agenda ambiental con la vuelta del polémico Fondo del Amazonas en el que los EEUU ya se comprometió a realizar un primer aporte millonario. Afirmaron unir esfuerzos para promover la pauta progresista en cuanto al combate del racismo, las fake news y lo que llaman la violencia política, así como la promoción de políticas de acción afirmativa en cuanto a la agenda LGBT, cuotas raciales y el laborismo. Asimismo, ambos lamentaron las acciones de Rusia contra Ucrania al mismo tiempo que hablaron de las posibilidades de paz y estar de acuerdo en la cooperación para la defensa de los Derechos Humanos en el mundo. Lula invitó a Biden a Brasil, y el presidente norteamericano aceptó de buen agrado.
Lula fue la voz de sus aliados izquierdistas hispanos en este encuentro, al proponer una profunda reforma en el Consejo de Seguridad de la ONU para que sus gobiernos sean miembros permanentes. Esto puede ser considerado como parte de la agenda del Foro de São Paulo en términos de seguridad, lo que sería de mucho provecho para China y Rusia en sus propósitos globales.
En esta visita de Lula, la embajada no lo recibió con la pompa que fue recibido Bolsonaro. Tampoco hubo una rueda de prensa conjunta como si hubo una de Bolsonaro-Trump. Mucho menos hubo un intercambio fraternal entre los dos presidentes, más que buenos deseos y buena propaganda de los medios afines a la izquierda norteamericana y europea que durante 4 años intentaron afectar negativamente la imagen del expresidente Bolsonaro. Lo que si hubo en esta oportunidad fue un encuentro de Lula con sus naturales aliados del Partido Demócrata. No se hicieron esperar las fotos con los radicales de izquierda Bernie Sanders y Alexandra Ocasio Cortez.
En cuanto a los brasileños, recordemos que cada vez que Bolsonaro realizó visitas oficiales como presidente, fue recibido por grandes multitudes de sus compatriotas, mientras que esto no se vio con Lula. Lula es rechazado por la mayoría de los brasileños en los EEUU y un video o una mala foto que muestre ese rechazo, no era un riesgo que el equipo presidencial estaba dispuesto a asumir. Así que lo mejor fue aislarse, en esta breve visita, que alineó a los dos gobiernos de izquierda más grandes del continente en el desmontaje de lo que fue el más importante intento de cooperación que Trump y Bolsonaro hayan alcanzado antes entre estos dos países.
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