Maduro, El Aissami, Padrino López y Melendez: los “Judas” que quemaron en Venezuela
La quema de Judas, en la que cada Domingo de Resurrección se incineran muñecos que representan a personajes acusados de traición, sirvió para que los vecinos de una comunidad en el oeste de Caracas protestaran en contra de la corrupción dentro de las instituciones que tiene a su servicio el chavismo.
Milagros Boyer PANAM POST 
La recreación de la quema y muerte de Judas, tradición del domingo de Semana Santa en Venezuela, contó en esta oportunidad con un apostol traidor que tenía cuattro cabezas, una suerte de Hidra de Lerna, que refleja las caras más corruptas en la política, especialmente en el chavismo. El monigote, en esta oportunidac, contó con varias caras conocidas. Sin embargo, la que sobresalió fue la de Tareck El Aissami, quien renunció a su cargo como ministro de Petróleo a mediados de marzo, luego de que se revelará un escándalo de corrupción en Pdvsa.
Además de El Aissami, cuya cofradía de amigos y socios cercanos también está siendo investigada por una cantidad importante de crímines que mancillaron el porvenir de la compañía petrolera, los caraqueños también aprovecharon la oportunidad de incinerar en conjunto varias imágenes de los rostros del dictador Nicolás Maduro, del ministro de Defensa del chavismo, Vladimir Padrino, y de la alcaldesa de la capital, Carmen Meléndez.
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La Quema de Judas, en la que cada Domingo de Resurrección se incineran muñecos que representan a personajes acusados de traición, sirvió para que los vecinos de una comunidad en el oeste de Caracas protestaran en contra de la corrupción dentro de las instituciones que tiene a su servicio el chavismo.
Por ahora, el otrora titular de la cartera de Petróleo cayó en desgracia y tuvo que dejar su puesto, al iniciarse en su contra una investigación por parte de la denominada Policía Anticorrupción, organismo al servicio de Maduro y sus secuaces más cercanos. El mecionado “tentáculo” de seguridad el chavismo emitió un comunicado en el que solicitó la judicialización de un número indeterminado de ciudadanos que “ejercían funciones en el Poder Judicial, en la industria petrolera y en algunas alcaldías”.
La renuncia de El Aissami se produjo tres días después de esta solicitud y, hasta el momento, asciende a 51 el número de funcionarios detenidos por su presunta implicación en estas tramas de corrupción, que involucran a la estatal petrolera Pdvsa y otras entidades del Estado.
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