El Sistema Operativo de la Existencia es el Caos
Qué es un Sistema Operativo [OS en inglés]
Es la base o el fundamento desde donde todos los sistemas en un hábitat informático son anclados para operar y funcionar. En La Teoría del Todo[[1]], Stephen Hawking nos dejó un resumen documental de su legado como científico; nos muestra como desde el comienzo del universo todo era una sopa primordial y fueron las pequeñas imperfecciones y variaciones las que causaron una reacción en cadena que generó las primeras estrellas. Luego todo desencadenó desde allí.
Esas “pequeñas imperfecciones y variaciones” reorganizan el potencial infinito. En el universo que vivimos, el orden y el caos son dos aspectos del todo y están íntimamente relacionados, la vida misma es una fuerza organizadora que se contrapone al caos. En realidad, todos los opuestos están intrínsicamente entrelazados, no hay oscuridad sin luminosidad, no hay sufrimiento sin su contra parte, la felicidad. Sin uno, el otro no tendría sentido ni existiera, existe uno en el otro. Si quiero ascender a mi mayor logró, necesito resolver mi mayor atasco… todos los opuestos están íntimamente interrelacionados.
Si esas imperfecciones y variaciones, actuando sobre el caos causaron en el universo las estrellas, las galaxias y toda cuanta maravilla existente, ¿qué pasaría si nosotros decidimos aceptar las imperfecciones y tensiones de la vida sobre nuestro caos como una puerta a la creación de una maravillosa realidad? ¿Qué universos crearíamos? ¿Cómo esa acción nos transformaría?
El amanecer de la consciencia
El sufrimiento, la disciplina, el sacrificio, la maldad, la rabia, la venganza… todo lo que hace complicada la vida comenzó con la alborada de nuestra consciencia. Cuando éramos primates corriendo, comiendo y apareándonos, no había complicación ni maldad. Un león cazando y devorando un antílope no está siendo malvado; igualmente tampoco los chimpancés descuartizando a un primate de otro grupo. Cuando inicialmente desarrollamos esa capacidad de “darnos cuenta” cónsona con la consciencia, paulatinamente reconocimos que nuestras acciones tenían consecuencias, que tenía que esforzarme para lograr, sufrir cuando no lograba, tuvimos envidia del que lograba lo que nosotros no podíamos… por eso la primera historia luego del “despertar” de Adán y Eva fue Caín y Abel; nos muestra primordialmente quiénes somos.
La vida misma es un principio ordenador que resiste la erosión y el caos, al momento de nosotros ser conscientes requirió nuestra colaboración para contraponerse al caos inherente a la existencia consciente. En el proceso el hombre fue tejiendo la cultura, una expresión grupal y personal que le permitió lidiar con la dificultad del caos inminente y avasallante. Primero como herramienta, luego como amuletos, después como adornos corporales y ritos. La cultura era un esfuerzo por ordenar afuera para apaciguar adentro, dar sentido a la dificultad intrínseca de la existencia con el hábitat y atenuar el temor hacia lo imprevisto y desconocido.
Desde hace unos 11.000 años el ingenio humano trató de delimitar el caos y amurallar asentamientos para protegerse. Esas murallas intentaban crear un balance entre naturaleza y cultura donde grupos pudieran vivir en armonía. Ese es el Jardín de Edén, pero en esa historia arquetipal, donde todo era armonía e interconexión equilibrada, entró la corrupción por la serpiente.
Hace mucho que los cristianos identificaron a la serpiente del paraíso con el demonio o satán. Otro nombre dado al demonio es el Adversario… ¡y eso es! En el comienzo del siglo XIX, Johann Wolfgang von Göethe en su obra Faust, el protagonista vende su alma a Mefistófeles por riqueza y conocimiento. Una de las más interesantes intuiciones, enmarcada en la obra sobre la naturaleza de la identidad de la maldad, es que no puede directamente hacer nada al hombre, lo más que puede hacer es convencerle de que le dé su voluntad. El más malévolo de los demonios no puede arrancarle una chupeta a un niño/a, sólo puede engañarle para que se la dé. Por ello mal entendemos que la inocencia es “igual” a la ignorancia. Pero lo sustancial es que, por analogía el caos no puede hacernos ningún daño si nosotros no le cedemos ese poder; así que somos responsables de no ser ignorantes.
Cinismo: el arte de evadir responsabilidad y escurrir el bulto
En inglés hay una palabra “entitlement” se traduce de manera insuficiente al castellano, se traduce por “derecho”. No es que esté mal traducida, pero aunque significa derecho, es incompleto su significado porque “entitlement” es algo como: poseer el título, sentirme con derecho de…(__).
La vida es dura, a cada giro nos encontramos aparentemente que no siempre los resultados están alineados con mi esfuerzo, que los actos de otros que pueden afectarme, aun cuando no parece justo. Y “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, y terminamos “sintiéndonos con el derecho” de reclamar las injusticias de la vida y ser incrédulos a las estructuras de la sociedad, a la vida, a las instituciones, de las otras personas, de la religión y hasta de Dios. Esa suspicacia mina mi percepción de la existencia misma y de mi lugar en ella.
Cuando abogo por asumir responsabilidad de todo cuanto sentimos o nos sucede, no lo propongo porque sea lo “correcto”, sino porque es la mejor opción para vivir. La experiencia que se deriva de la suspicacia e incredulidad en todo y en todos, genera en mi un vacío y desasosiego que mina y desajusta cada momento de mi experiencia de vida. En cambio, asumir responsabilidad me coloca en el puesto del conductor de mi vida, me obliga a ser creativo y reflexivo para descubrir dónde di un mal giro en mi camino; me obliga a ser audaz con mi vida o si no sucumbo.
El orden natural del universo es el caos
Cuando sólo había hidrógeno al comienzo del tiempo y universo, era como un inmenso mar de posibilidades. La realidad es un lienzo infinito donde nuestras acciones dibujan y colorean para hacer la obra de nuestras vidas; sin embargo, no hay nada más paralizante que infinitas posibilidades. No podemos culpar a los que escogen una opción sobre otra. También podríamos pensar que cuando hay mucho de una sola cosa, nada va a pasar… pero los factores que crearon las estrellas, el tiempo y la gravedad son factores determinantes.
Por ello es de sabios no juzgar y dejar de erguirnos como jueces. Las cosas se desmoronan y deterioran por sí mismas, sin ayuda. Cuando ves un terrón caer por la ladera de una montaña, estás siendo testigo de la erosión de ella; es la naturaleza de todo.
Vivimos en el momento más interesante de la historia de la humanidad, tenemos acceso a toda la conocimiento y sabiduría de miles de años a un clic. Al igual que por toda la industria de las noticias y la comunicación evidenciamos que todo está a punto de derrumbarse, la maldad de personas, grupos y organizaciones modelan a su antojo e interés lo que se difunde sin restricción… nunca fue más evidente que tú eres el punto más importante de la cadena. ¿Por qué crees que hay una batalla descarnada por tu atención? Si tu “pequeño” yo no tiene valor, ¿Por qué invertir tanto en atraer tu voluntad? Tú eres quién decide darles vida a las cosas, ya no es algo que se desarrolla por volición propia, La Vida eres tú, tú y solamente tú decides si toda la locura continua o si tú eres dónde termina. Tú eres el epicentro del orden (o desorden), no hay otro. Nadie viene a salvarnos de esta tragedia en la que nos hemos metido en este mundo caótico. Si tú dices, “basta, no más”, todo se detiene. Una manera de hacerlo es no juzgar, el juicio te ancla en el malévolo juego. Céntrate en lo que te concierne, recuerda: el que mira afuera, sueña… ¡quién mira adentro despierta!
Hay dos frases que a mí personalmente me fortalecen y me recuerdan el orden al que aspiro:
Estad quietos, y sabed que yo soy Dios.
Salmo 46:10
Hay un orden a la realidad que me invita a conocerle. Y…
Si esperas suficiente junto al río, verás los cuerpos de tus enemigos pasar flotando.
Sun Tzu
Hay un Misterio que no terminamos de comprender, es el silencio entre las notas de una partitura, o las pausas en un poema… sin ello, la música sería ruido y el poema palabras sin un profundo sentido. Nosotros tenemos la capacidad de conectarnos con esa fuerza u orden que vivifica el caos y le da sentido. Para ello, necesitamos recibir sin rebotar, inhalar el caos que nos viene sin devolverlo. Necesitamos ser más que el caos que nos rodea y ser generosos aun en la mezquindad de lo que aparentemente recibo… no sólo puedo sino que, si lo hago, seré más grande y mi experiencia de vida será mucho más amplia que todo lo que me pase. Nunca olvides,
La llave de la inmortalidad pasa por primero vivir una vida que valga la pena recordar.
Bruce Lee
Próximo martes…
Las miserias de la cultura de hoy
Hay algunos temas que están minando la realidad de nuestra cultura contemporánea. Recuerda un 3% de un sistema fuera de control desestabiliza todo el sistema y puede llegar a colapsarlo. Reconozcamos cuáles pueden ser esas miserias que descarrilan la cultura y las metas de una civilización que lleva 3000 años desarrollándose.
[1] https://www.youtube.com/watch?v=UyGnFhxbNcg documental completo en español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario