Sidor en ruinas y con rastro de corrupción reinicia misteriosas exportaciones
En medio de la intervención de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) por corrupción, los patios y muelles de la estatal Venezolana de Cementos (Vencemos) en Anzoátegui siguen siendo utilizados como una plataforma para el despacho de acero y aluminio en completo hermetismo, denuncian trabajadores de la cementera.
La CVG reanudó -el miércoles 17 de mayo- el envío de una carga de bobinas de acero provenientes de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) en el muelle de Vencemos Pertigalete, en el estado Anzoátegui. El cargamento, a bordo de la embarcación Manta Nilgun, estaba retenido desde hace casi dos meses (24 de marzo) tras la aprehensión por corrupción del expresidente de CVG, Pedro Maldonado; del expresidente de Sidor, Néstor Astudillo y del exdirector de Logística de la CVG, Jorge Luis Gómez Pimentel.
Estas exportaciones deberían salir de los muelles de la Bolivariana de Puertos (Bolipuertos) o, en este caso, del Puerto de Guanta que tiene control de aduana.
“El día que retuvieron la mercancía de esa embarcación, llegaron las autoridades junto a cuerpos de seguridad, mandaron a parar la carga de las bobinas, y mandaron a bajar a toda la tripulación. No permitieron que nadie se acercara al muelle. Presumimos que algo está pasando con ese material”, manifestó personal del muelle que solicitó el resguardo de su identidad por miedo a represalias.
Maldonado, Astudillo y Gómez Pimentel figuraban como principales responsables del traslado, custodia y embarque de los materiales comercializados a través de una alianza entre la CVG y la Corporación Socialista del Cemento (CSC), denuncian los trabajadores. Hasta el momento se desconocen los alcances y detalles de esta alianza.
Tres años de operación irregular
Desde hace tres años se utiliza el patio de la cementera como almacén y embarque de los materiales producidos por las empresas filiales de la CVG, como bobinas de acero, aluminio primario, alambrón y palanquillas.
Sobre la ruta de despacho, el tamaño de los cargamentos, alcance y destino final de la mercancía hay más preguntas que respuestas.
“La pregunta es ¿qué es lo que pasó que están cargando esas bobinas? ¿quién recibió el dinero? ¿quién pagará la mora del barco? Si Sidor tiene que pagar esa mora de 45 días, ese cargamento saldrá gratis”, denunció Carlos Ramírez, vocero de la organización sindical Unidad en la Coincidencia.
Entre otras irregularidades, los trabajadores de la cementera reportan que es personal ajeno a la planta quien se encarga de manipular este material. La cementera presta los servicios de recepción, almacenamiento y custodia de material antes de su embarque en este muelle.
Una semana antes del embarque y retención de las bobinas, los obreros habían reportado la salida irregular de un buque cargado con aluminio primario. Zarpó del muelle de Pertigalete el 11 de marzo y su última localización fue la bahía de Guanta, Anzoátegui.
“Después de ahí apagan los localizadores para que no se conozca su destino final”, manifestó el obrero.
“Sabemos que existe un negocio en el traslado de ese material desde Guayana hasta Guanta. Una gandola transportaba 30 toneladas. Para transportar tres mil toneladas se necesitan 100 viajes. Entonces, ¿por qué no utilizan los muelles de Sidor y Venalum o de Bolipuertos? Este último está a tres kilómetros de Pertigalete y es un muelle destinado a operaciones aduaneras de exportación e importación de materiales”, argumentó personal de planta.
Por ahora, no queda claro el por qué no se están utilizando los muelles de las estatales para las exportaciones. En el caso de Sidor, algunos trabajadores lo atribuyen al bajo calado del Orinoco que, por poca profundidad, no permite la navegación de buques grandes de cargamento superior a 40 mil toneladas métricas hasta tanto no se cumpla con el proceso de dragado.
En octubre de 2022, la Gerencia del Canal de Navegación del Río Orinoco de la CVG, afirmó que iniciaría operaciones de dragado para aumentar la profundidad de varias áreas del canal de navegación. Esto, en alianza con empresas de China y Cuba.
Acerías paralizadas desde finales de marzo
Trabajadores de Sidor informaron que la acería está paralizada desde hace casi un mes por falta de termocuplas para medición de temperaturas, cartuchos para mediciones, ladrillos de cucharones, masa proyectable y otros insumos como refractarios y palanquillas.
Estiman que la planta volverá a arrancar el próximo 10 de junio, mientras que la acería de planchones reanudaría operaciones a mediados de septiembre.
“La poca materia prima que está ahí da para arrancar, y parar en 15 días, pero él quiere un proceso continuo. Están a la espera de insumos para dar un proceso continuo a la producción de palanquillas, alambrón y cabillas”, reportó otro trabajador.
Antes de ser detenido por corrupción, el expresidente de Sidor, Néstor Astudillo había proyectado una producción de 1,7 millones de toneladas de acero líquido para 2023, una cifra que los trabajadores calificaron como imposible de lograr.
El último balance de producción data de marzo de este año: las 13.809 toneladas métricas (t) de palanquillas, 25.260 t de planchones, 191.874 t de pellas (bolitas de material de hierro aglomerado, usado posteriormente para fabricar acero) , 8.079 t de alambrón, 3.951 t de barras y 21.870 t de laminación en caliente, se forjaron en medio de profundos conflictos laborales.
Reclamos salariales en espera
El pasado 12 de enero y por cinco días consecutivos, trabajadores de Sidor protestaron en la avenida Los Trabajadores para exigir restitución de beneficios laborales, dolarización y aumento del salario y la reincorporación de trabajadores desactivados.
Ante tales exigencias el Estado respondió con represión, y apresó a 18 personas vinculadas con la manifestación.
Luego, la Gobernación de Bolívar instaló una mesa de diálogo para llegar a acuerdos con los trabajadores, sin permitir la presencia de la representación sindical. En el proceso, el Gobierno canjeó como rehenes a los trabajadores detenidos sin concretar mejoras salariales con instancias que sí tenían competencia para ello, como el Ministerio del Trabajo y el entonces directivo de Sidor, Néstor Astudillo.
Posteriormente, integrantes de la mesa de diálogo que se conformó después denunciaron a la prensa local que fueron destituidos de sus cargos, amedrentados o desactivados sin justificación. Las “negociaciones” continúan ahora, con la Junta Interventora de la CVG, instalada el 31 de marzo tras las detenciones ejecutadas por corrupción en el holding.
La dolarización del salario, pago de bonos adeudados, y pago de vacaciones son un clamor que sidoristas -y demás trabajadores del holding CVG- sostienen desde hace mucho tiempo.
Actualmente, los sidoristas ganan en promedio, entre 19 y 50 dólares quincenales dependiendo del cargo y se les paga en bolívares a la tasa de cambio oficial. Los obreros denuncian que, aunque se les paga un bono de 65 dólares, se les reduce progresivamente la segunda quincena desde hace más de un mes.
No saben con precisión el porcentaje de reducción porque no se les entrega listín de pago desde 2018.
“El Ejecutivo nacional no hizo nada con llevar el cestaticket a 40 dólares y un bono de guerra a 30 dólares supuestamente indexados. La quincena sigue siendo la misma, cada día más devaluada”, lamentó.
Aunque la conquista y posterior pérdida de beneficios laborales en Sidor comprende una historia de más de 40 años de lucha sindical, el antecedente más inmediato es la firma del memorando número 2792, emitido por el Ministerio del Trabajo bajo la administración de Nicolás Maduro en el año 2018.
Su firma y aprobación – a espalda de los trabajadores y desapegado de las industrias básicas de Guayana – implicó el establecimiento de una sola tabla salarial para regir a toda la administración pública teniendo como base el salario mínimo, lo que anuló las convenciones colectivas.
Además, fue una forma en la que el Gobierno formalizó su intervención continua dentro de procesos de negociaciones colectivas en las empresas. En otras palabras, significó pérdida de beneficios y control gubernamental para restringir la libertad sindical.
A partir de ese momento, los trabajadores perdieron beneficios como el seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM).
La oxidada joya industrial del Caribe
Sidor fue la acería más importante de América Latina y el Caribe. En 2007 llegó a un récord de producción de 4,5 millones de toneladas de acero líquido, cuando estaba en manos de la trasnacional ítalo-argentina Techint.
Después de su reestatización en 2008, un año después de haber batido récord de producción, inició una caída libre hasta llegar a cero, en 2019 por mala administración gubernamental. Para 2020, la siderúrgica registró una producción de apenas 17 mil toneladas de acero líquido, es decir, menos de 1% de su capacidad instalada. Tres años después, el panorama de producción sigue con tendencia a la baja.
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