Nepotismo de Xiomara Castro convierte a Honduras en su “hacienda privada”
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) menciona cuatro razones de por qué es peligrosa la concentración de poder, un objetivo evidente dentro de la Presidencia hondureña, ya que una larga lista de integrantes de la familia Zelaya Castro ha tomado el control de al menos siete organismos del Estado
El gobierno de Xiomara Castro en Honduras comenzó de forma complicada. La mandataria asumió en enero de 2022 con la mayoría del Congreso en contra, pactos entre partidos que se rompieron y el fantasma sobre sus hombros de la gestión de su esposo Manuel Zelaya (2006 – 2009), confeso hombre de extrema izquierda y antiguamente amigo de los fallecidos dictadores Hugo Chávez de Venezuela y Fidel Castro de Cuba.
No menos importante es que desde el primer día hubo denuncias de nepotismo dentro del gobierno de Xiomara Castro debido a que sus hijos y otros familiares llegaron a ocupar importantes cargos. En otras palabras, se trata de un “ataque directo que amenaza la división de poderes y atenta contra el Estado de derecho”, de acuerdo con el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
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Por este motivo, la organización independiente publicó un informe en el que ahonda en estas conexiones irregulares. Aunque Honduras es un país relativamente pequeño, no está exento de la ola socialista que cubre a América Latina. Tampoco es un actor irrelevante, teniendo en cuenta que —entre otros factores— por allí transitan los migrantes de la región que van rumbo a Estados Unidos para cruzar de forma irregular. De ahí la relevancia que cobra el informe “Concentración de poder” en manos del gobierno de Castro, el mismo que hace dos meses rompió relaciones con Taiwán para arrodillarse ante China.
“El gobierno no es una hacienda privada”
“Se burlan y le presumen en la cara al pueblo que nombran a sus familiares porque son puestos de confianza, porque son ‘compas de lucha’, dicen ellos. No señores, el gobierno no es una hacienda privada ni el gabinete son sus capataces. Acaparar las plazas para colocar a sus familiares y allegados es llenar de parásitos las instituciones estatales y enviar un mensaje a las nuevas generaciones de que en el gobierno del familión, el padrinazgo vale más que un doctorado”, aseveró recientemente la directora del CNA, Gabriela Castellanos.
Aunque Xiomara Castro respondió a las denuncias de nepotismo asegurando que sus iniciativas son frenadas por el Congreso, para así pretender invalidar el informe sobre los riesgos de que no exista separación de poderes, los detalles de las conexiones dejan sin efecto el reclamo de la mandataria.
Por ejemplo, su hijo Héctor Manuel Zelaya Castro es su secretario privado. Hace pocos días este aseveró que en Honduras “no hay corrupción ni narcotráfico” y que “lo que hay es voluntad de sacar el país adelante”. Evitó hacer mención directa a las acusaciones de nepotismo.
En el largo listado de conexiones también está otro de sus hijos, José Manuel Zelaya Castro, quien ocupa el cargo de asesor presidencial. A su lado aparece Harold Efraín Burgos Castro, que estuvo como embajador en Taiwán hasta abril de este año. Por su parte, María Alejandra Zelaya Rosales ejerce como directora general de Política Exterior en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Además, Olga Doris Castro, hermana de la presidente, es asesora ejecutiva de la Comisión Nacional de Vivienda y Asentamientos Humanos de Honduras. El mapa que armó la organización es tan extenso que menciona al menos siete instituciones del Estado donde trabajan familiares.
Convertir a Honduras en una nueva Venezuela
Cuando estaba en la carrera por la Presidencia, el izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre), de Castro, se alineó con el centrista Partido Salvador de Honduras (PSH). La moneda de cambio era que Libre le diera a Salvador Nasralla (posible candidato) la futura Vicepresidencia para que este no se postulara. También debía garantizar la presidencia del Congreso Nacional al PSH.
El trato se cumplió con turbulencias. Pasado un año, el actual vicepresidente Nasralla lanzó una advertencia: “El problema es que si Zelaya (esposo de la mandataria y expresidente de Honduras), logra controlar la Corte Suprema de Justicia, claramente tendrá el control de los tres poderes del Estado, igual que los tiene Ortega, que los tiene Maduro y eso nos convertiría en una nueva Venezuela”, dijo a CNN en enero de este año. Fue otra señal de que el nepotismo de la presidente izquierdista podría expandirse.
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