#OPINION El clientelismo y la falta de liderazgo frente al escenario regional Por Ramón José Muñoz Movilla
Hay una ausencia de liderazgo político que se advierte a diario. La gente lo señala en las reuniones, en la prensa, en las esquinas de la calle, es uno de esos casos en el que vacío que por su esencia tiende a ser imperceptible, se hace notar, es un vacío que pesa que suena que duele; la política se ensució hace ya 4 décadas cuando cayó bajo el dominio del clientelismo y se sometió a la preponderancia del dinero.
Desde entonces a esta presa del clientelismo, es la forma de dominio que ha tenido los círculos de poder territoriales imperante.
Para poder doblegar la opinión pública y aprovecharse de las oportunidades de mando y de los gajes del poder, el poder de quienes los ostentan, necesita que la política sea manipulada a su favor, porque es la manera de conseguir la amplia gama de complicidades que se necesita para mantener su dominio y como la política tiene un mal aspecto la gente de bien tiene un mal concepto, más sin embargo en todos los aspectos de la vida, todo tiene algo de política porque está ya no es un manejo de los conceptos sobre el estado, la libertad, el orden, sino un enmarañado sistema de compromisos adquiridos que se explica entonces por cuanto no hay opiniones políticas puesto que todo se reduce al tráfico de los compromisos.
No es fácil la forma en que la política deba de limpiarse en el Estado de descomposición existente, ninguna propuesta parece tener credibilidad por eso las opiniones y las tesis que antes conformaban del oficio de la política han desaparecido, factor de la decadencia, ha sido la creencia de que no vale la pena opinar dada la omnipotencia del régimen, también parece ridículo protestar y nos hemos resignado a un silencio cómplice.
Si hubiera coraje para exponer esta tesis y si ella encontrarse la manera de fundirse a la opinión pública todo cambiaría en ella.
Estaríamos ante una nueva oportunidad de salvación nacional que debemos repetir que el responsable de la decadencia de la corrupción del país es el régimen.
Este sistema de compromisos y de complicidades que está dominando la totalidad de la vida civil, nuevamente decimos que el régimen está integrado por diferentes factores que operan en conjunto entorno al aprovechamiento de los gajes del estado.
El régimen es más fuerte más duradero que cada uno de sus componentes.
Tiene una omnipotencia ilimitada que proviene de su responsabilidad como no tiene jefe ni personería no se le puede pedir cuentas ejerce sobre la sociedad un dominio oscuro denso amorfo a este régimen que se ha limitado en Colombia imitando a otros países con el nombre de muchos nombres los partidos políticos y la prensa oficialista y algunos grandes bloques económicos y sectores minoritarios y el gobierno, que es el agente más activo de este aglomerado de solidaridad ilegítimas al mismo tiempo actúa como un prisionero que carece de independencia.
Han pasado casi tres décadas y la situación no ha cambiado en nada.
Se persiste sobre esa misma senda del clientelismo quizás producto de la falta de liderazgo y el surgimiento de nuevos lideres que puedan conectar con la gente de cara a sus expectativas y soluciones integrales de vida.
No obstante el mismo parece detenerse en el tiempo cuando vemos candidatos que no tuvieron una aceptación nacional de sus aspiraciones a la presidencia; como ultimo recurso aterrizan en el región como su única opción de seguir ostentando el poder “PODER PARA QUE”.
Nunca van tener el tiempo suficiente para realizar sus obras y propugnar por el desarrollo del departamento por eso aspiran con el eslogan “ESTA VEZ SI”.
Lo curioso es que nunca le alcanzaran el tiempo y por demás el departamento no puede extender un cheque en blanco por Seculum Seculorom; ni creer en lo salvadores mesiánicos por que de eso en el mundo solo hubo uno, murió y resucito al tercer día, seguramente habrán lideres nuevos emergentes que se les debe dar una oportunidad de demostrar sus capacidades, pero sobre todo, partiendo que el voto es programático.
Se debe elegir la mejor propuesta de gobierno en el caso de los cargos uninominales.
Es prioritario para el departamento elegir pero elegir bien, donde las propuestas de paso a los debates y no al clientelismo, donde la hoja de vida de cada candidato sea probada ante cualquier cuestionamiento y su pulcritud y esencia de hombre probo sea comprobada y demostrada Y TODO SEA POR LA MORALIDAD PUBLICA EN LA ADMINISTRACION PUBLICA.
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