“Teléfono arcoíris” a 166 euros por llamada: otro gasto innecesario que dejó Irene Montero
La línea 028 fue creada por iniciativa de Montero con el propósito de dar «información y atención integral en materia de derechos LGTBI», pero resultó ser otra idea improductiva
Oriana Rivas PANAM POST 
Aunque Irene Montero pasó a ocupar un curul en el Parlamento Europeo en representación de Podemos tras las pasadas elecciones, lo que dejó mientras estuvo al frente del Ministerio de Igualdad en España demuestra el descontrolado uso de fondos públicos, para iniciativas ideológicas improductivas. No solo financió en el pasado un estudio feminista sobre supuestos «prejuicios cisheteronormativos», por lo que ella llamó la implantación en la sociedad “de un modelo único de relación sexoafectiva y parental”. Ahora se da a conocer que llamadas hechas a una línea conocida como “teléfono arcoíris” costaron en total 1.074.560 euros, repartidos entre su pasada gestión y la actual, en manos de Ana Redondo.
Y es que desde julio de 2023, cuando comenzó a operar esta línea, se recibieron 6470 llamadas, “no todas atendidas”, que el Ministerio de Igualdad admite haber recibido en un documento al que tuvo acceso The Objective. Al dividir los números, el costo por llamada sería de 166 euros que salieron del bolsillo de los contribuyentes.
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Justamente en el mes de su inauguración, fue cuando más se recibieron llamadas, 1401 para ser exactos. La línea 028 fue creada por iniciativa de Montero con el propósito de dar «información y atención integral en materia de derechos LGTBI». Sin embargo, ha quedado demostrado que este proceder de la exministra no ha sido beneficioso para la sociedad española, por el contrario, funcionó más como una estrategia de propaganda que terminó sirviendo a agresores sexuales, en el caso de la “Ley solo sí es sí”, para rebajar penas o dejarlos en libertad.
Otro error de Montero
Aunque fue lanzada con bombos y platillos, el “teléfono arcoíris” terminó siendo un chiste. Algunas llamadas eran fraudulentas o en tono de broma, según el portal español. De por sí, en diciembre de 2023 se habían descartado el 51 % de estas al ser calificadas como «no pertinentes».
El funcionamiento durante las 24 horas los 365 días del año en idiomas como castellano, catalán, inglés, francés o gallego, quedó en la nada misma. Apenas 452 personas decidieron marcar ese número en diciembre pasado, la cifra más baja que marca el registro. Quienes se habrían contactado a esta línea lo hacían para obtener “información, asesoramiento jurídico y atención psicosocial inmediata especializada frente a todas las formas de violencia por LGTBIfobia”, como lo describió Montero.
El resultado no causa sorpresas. Cada una de las ideas de la exministra se transformó en un inminente fracaso o motivo para demostrar lo hueco de sus argumentos. Esto lo retrató el famoso youtuber ‘Inocente Duke’, quien cambió su sexo en sus documentos con tanta facilidad que terminó exponiendo la vulnerabilidad a la que se enfrentan las mujeres biológicas españolas, ya que hombres de nacimiento podían pasar a tener sus mismos beneficios legales.
El estigma pesa sobre Ana Redondo
La salida de la exministra no quiere decir que la historia del progresismo español en la cartera de Igualdad haya terminado. Por el contrario, continúa con Ana Redondo, aunque con un perfil un poco más bajo. Hace pocas horas denunció ante el Senado supuesto machismo por parte del Partido Popular (PP) y de Vox por eliminar concejalías de Igualdad en comunidades autónomas y Ayuntamientos.
También habló de “supresión de beneficios” a las mujeres víctimas de violencia de género en planes de empleo en el Ayuntamiento de Valencia. Sin embargo, Redondo enfrenta el estigma de un ministerio que sigue generando graves daños en la sociedad española.
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