Anciano cubano en Holguín se queda sin cobrar la jubilación por “estar muerto”
En el Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) le explicaron al jubilado que figura como muerto
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Una historia que parecería sacada de un libro de cuentos es la que sucedió con un cubano en Holguín al cual le impidieron cobrar su jubilación del mes por «estar muerto».
Hasta la redacción de Periódico Cubano llegó la denuncia de un holguinero que salió insultado de las instalaciones bancarias de su provincia, cuando fue a quejarse por no poder cobrar la jubilación del mes. Lo que impidió que el hombre obtuviera su dinero, según le explicaron en el Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), donde se dirigió, es que figura como fallecido.
Según dice la persona afectada, que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, ahora tiene que ir hasta las instalaciones del Carné de Identidad, controlado por el Minint, para demostrar que no está fallecido, y que le repongan su dinero.
Como es común en Cuba, nadie le supo dar una explicación al señor de cómo sucedió el hecho, simplemente aparece como muerto, y debe de comenzar a hacer trámites, para «resucitarse». La persona que tiene en su haber más de 45 años de trabajo, no entiende cómo puede suceder ese tipo de cosas de un mes a otro.
Los adultos mayores cubanos cada vez se sienten más desprotegidos dentro de la Isla, además de las bajísimas pensiones que reciben luego de años de trabajo se ven coaccionados por un sistema que no le responde cuando más lo necesitan, y en el que los trámites burocráticos suelen demorar bastante.
Hace algunos años atrás, Rafael Clavijo Urquija, un anciano residente en Santiago de Cuba, fue sancionado después de denunciar que la empresa estatal Ferroazúcar Santiago se negaba a entregarle su jubilación tras más de 20 años de servicio. Según Clavijo, los directivos de la empresa lo obligaron a renunciar sin derecho a una pensión, dejándolo sin sustento económico.
El caso, que inicialmente fue reportado por medios oficialistas, tomó un giro inesperado; en lugar de recibir apoyo, Clavijo fue acusado de ofrecer información “falsa” y tuvo que enfrentar sanciones.
Por aquel entonces se conoció que Jorge Lázaro Cruz Guerrero, director general de la Empresa de Ferrocarriles de Oriente, dijo que Clavijo declaró enfermedades que no padecía para ser considerado vulnerable a la COVID-19 y mintió. Asimismo expresó que nadie le indicó al señor que debía subirse al tren, ya que su puesto era de agente de Seguridad y Protección, una determinación tomada en 2019 después de su operación por litiasis renal.
La situación de Rafael Clavijo Urquija generó debate y preocupación sobre los derechos laborales y la protección de los jubilados en Cuba, destacando las dificultades que enfrentan los trabajadores en el país para asegurar su bienestar en la vejez.
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