¡La Creación de Dios es diversidad! | |
Contesto | |
Estamos al principio del Manuscrito A, que leeremos todos los lunes. Sor Teresa ha aceptado la petición de su hermana, la Madre Agnès, de escribir la historia de su alma desde su primera infancia. Al obedecer, experimentó cuán agradable era al Señor y que así cantaría las misericordias del Señor. Este texto forma parte de la introducción al relato propiamente dicho. | |
Teresa me escribe | |
«Durante mucho tiempo me he preguntado por qué tenía Dios preferencias, por qué no recibían todas las almas las gracias en igual medida [...] Jesús ha querido darme luz acerca de este misterio. Puso ante mis ojos el libro de la naturaleza y comprendí que todas las flores que él ha creado son hermosas, y que el esplendor de la rosa y la blancura del lirio no le quitan a la humilde violeta su perfume ni a la margarita su encantadora sencillez... Comprendí que si todas las flores quisieran ser rosas, la naturaleza perdería su gala primaveral y los campos ya no se verían esmaltados de florecillas... Eso mismo sucede en el mundo de las almas, que es el jardín de Jesús. El ha querido crear grandes santos, que pueden compararse a los lirios y a las rosas; pero ha creado también otros más pequeños, y éstos han de conformarse con ser margaritas o violetas destinadas a recrear los ojos de Dios cuando mira a sus pies. La perfección consiste en hacer su voluntad, en ser lo que él quiere que seamos....» | |
Ms A folio 2 | |
Comprendo | |
Durante mucho tiempo, Teresa se preguntó por qué había tanta diversidad en la Creación y si eso significaba que Dios hacía diferencias entre sus distintas criaturas. Al final, se dio cuenta de que la diversidad entre las criaturas o las situaciones humanas era la voluntad de Dios, y que Él se alegraba de vernos entrar en su voluntad. | |
Rezo y actúo | |
Pido a Dios la gracia de maravillarme ante la diversidad de las bellezas de la Creación y de respetar las diferencias dentro de la humanidad, sin juzgar a una persona como superior o inferior a otra, creyendo que Dios las ama a todas por igual. |
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