Carta a mi amigo de izquierda
FERNANDO TORRE CHALBAUD | EL UNIVERSAL
jueves 17 de diciembre de 2015 12:00 AM
En realidad nunca te había visto como alguien de izquierda. Siempre te pensé como un soñador o idealista, uno más de nosotros que buscaba un mundo mejor. Pensaba que yo hacía lo mismo que tú por otros medios, pero a partir de las nomenclaturas impuestas en estos años, los demás hemos pasado a ser de derechas, como dicen en España.
Así, todos aquellos sobre los que recae una sutil sospecha de que piensan distinto, no son dignos para el intercambio de opiniones, algo que se parece mucho a un mecanismo de censura o a un método totalitario. En el fondo, no es más que un temor al contraste de opiniones, al análisis de la realidad y a tener que aceptar en algún momento que se está equivocado.
Frente a ese esquema, prefiero la duda y su búsqueda permanente de una certeza inalcanzable.
Ahora que el pueblo venezolano comienza a darle vuelta a esta inmensa torta de casabe que es nuestra realidad, buscando soluciones a una situación que lleva meses, si no años, sin encontrar salida o solución a largo plazo, tú llamas a
¡Movilización! ¡Movilización! ¡Movilización!
Te diría, que en estos momentos lo que más necesitamos es
¡Constitución! ¡Constitución! ¡Constitución!
Si te replico que nosotros, la gente, lo que estamos pidiendo es comida, al punto de que este anhelo se ha convertido en un gran clamor nacional, hecho con paciencia y civismo, con sentido colectivo y visión de futuro. Entonces me replicas que estás preparando tus alpargatas porque lo que viene es joropo y me invitas a buscar las mías.
No, mi querido amigo, creo que de bailes, fiestas, derroches y peleas estériles hemos tenido suficiente. En su lugar, buscaré mis botas de seguridad para ir a las líneas de producción a ver en qué puedo ayudar a resolver la mayor crisis de suministro de la que se tenga memoria en este país.
Vienen días para la reflexión, te invito a pensar en grande, con generosidad y amplitud como lo hacías cuando te conocí y no estabas en el poder. Te invito a construir un país donde todos quepamos y nadie pueda ser segregado por su forma de ser o de pensar. Una nación que en el fondo todos buscamos. Solo necesitamos encontrarnos los unos con los otros, para hablar honesta y abiertamente sobre cómo vamos a hacer para resolver una situación que ahora es de todos.
@FTorreChalbaud
Así, todos aquellos sobre los que recae una sutil sospecha de que piensan distinto, no son dignos para el intercambio de opiniones, algo que se parece mucho a un mecanismo de censura o a un método totalitario. En el fondo, no es más que un temor al contraste de opiniones, al análisis de la realidad y a tener que aceptar en algún momento que se está equivocado.
Frente a ese esquema, prefiero la duda y su búsqueda permanente de una certeza inalcanzable.
Ahora que el pueblo venezolano comienza a darle vuelta a esta inmensa torta de casabe que es nuestra realidad, buscando soluciones a una situación que lleva meses, si no años, sin encontrar salida o solución a largo plazo, tú llamas a
¡Movilización! ¡Movilización! ¡Movilización!
Te diría, que en estos momentos lo que más necesitamos es
¡Constitución! ¡Constitución! ¡Constitución!
Si te replico que nosotros, la gente, lo que estamos pidiendo es comida, al punto de que este anhelo se ha convertido en un gran clamor nacional, hecho con paciencia y civismo, con sentido colectivo y visión de futuro. Entonces me replicas que estás preparando tus alpargatas porque lo que viene es joropo y me invitas a buscar las mías.
No, mi querido amigo, creo que de bailes, fiestas, derroches y peleas estériles hemos tenido suficiente. En su lugar, buscaré mis botas de seguridad para ir a las líneas de producción a ver en qué puedo ayudar a resolver la mayor crisis de suministro de la que se tenga memoria en este país.
Vienen días para la reflexión, te invito a pensar en grande, con generosidad y amplitud como lo hacías cuando te conocí y no estabas en el poder. Te invito a construir un país donde todos quepamos y nadie pueda ser segregado por su forma de ser o de pensar. Una nación que en el fondo todos buscamos. Solo necesitamos encontrarnos los unos con los otros, para hablar honesta y abiertamente sobre cómo vamos a hacer para resolver una situación que ahora es de todos.
@FTorreChalbaud
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