País
La semana en movimiento
La MUD quiere el 20% sin ser contratista del gobierno
A Hasler Iglesias le salió un diablo en el gobierno
Jaua quiere más duro un gobierno de Nicolás
O. Parra M.
-La semana se movió con una MUD que pide su 20% sin ser contratista del gobierno.
-Al presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central, Hasler Iglesias, le salieron los diablos del gobierno.
-Jaua no quiere que Maduro se vaya y clama un régimen más duro contra la oposición.
-Cero carne, cero grasa, cero azúcar, cero diabetes, cero arroz, cero colesterol, cero harina, cero obesos. Definitivamente es un gobierno saludable. Es la dieta Maduro.
-Lo que preocupa es que haya sobrepeso en los burócratas del Estado y ocurra un deterioro en la eficacia de los ministerios y gobernaciones.
-Es un gobierno de exclusión. La arepa redonda para los grandes cacaos y muy cuadrada para el pueblo.
-El Claps fue una ilusión. El abastecimiento una promesa.
-Las importaciones una realidad sin futuro. La escasez de dólares es su fantasma.
-El cierre del año será catastrófico para Fedecámaras.
-Hospital Padre Machado con equipos dañados por respuestas, no puede hacer resonancias y detectar tumores.
-Venezolanos viven de la mendicidad en Brasil.
-Estados Unidos deportó a 50 venezolanos ilegales.
-Ingresos récord de cadáveres en la morgue por crímenes en Caracas.
-El gobierno trae barcos con alimentos para fin de año.
-Importan de India vacuna contra difteria.
-Casi 9 mil apagones registran consumidores.
-Torre de conteo de Valle La Pascua, fuera de servicio por falta de un repuesto para un aire acondicionado.
-Venezuela, El Salvador y Honduras, entre los diez países más violentos de Latinoamérica.
-Habla Ruperti. El empresario petrolero Wilmer Ruperti, invocó sus principios para explicar por qué financia la defensa de los jóvenes Franqui Flores y Efraín Campos, detenidos en Nueva York por presunta tenencia de drogas.
Ruperti reaccionó tras el último informe de la Fiscalía del Distrito Sur, que confirmaba los cargos contra los dos venezolanos detenidos por la DEA.
El empresario, que en el 2002 evitó el paro del negocio petrolero tras poner sus barcos a la orden del gobierno, dijo que esos jóvenes han sido vilmente atacados para politizar el caso. “Esos muchachos merecen el derecho a la defensa. Yo estoy pagando un servicio y no comprando una sentencia”, advirtió en nota enviada a los medios y reafirma que el proceso del caso está manipulado.
¿Dónde está la droga?
Que buscaba el chácharo, como diría el general Gómez cuando ordenó atropellar al presidente de la Federación de Centros de la UCV. Molestar o sembrar miedo.
Maquiavelo decía que el príncipe debía crear miedo o terror si no había amor entre los súbditos.
Buscar drogas en las maletas de este joven es como pensar que un bombero esconde la gasolina en la propia estación. Diría Uslar Pietri, “una gran pendejada”.
A los grandes delincuentes de la droga, y es lo que dice la historia reciente, los capturan en Santo Domingo, y lo único cierto es que salen de aeropuertos venezolanos ante las narices y ojos de los mismos que escudriñan las maletas de Iglesias y de otros dirigentes opositores que se mueven en el país. No precisamente en aviones de Air France o las avionetas de los narcotraficantes.
Si Gómez viviera…
Gómez vivía en Maracay y cuidaba mucho de los servicios públicos.
Para entonces, la fuente de la luz eléctrica era una planta y su responsable de operarla debía encargarse de su mantenimiento.
De pronto el servicio comenzó a presentar fallas. Los apagones se repetían cómo ahora.
El dictador no tuvo otra idea que mandar a Tarazona. –¡Tráigame a ese operador!
Ya frente a él, le informó su decisión.
-Como a este señor le gusta la oscuridad, usted Tarazona, enciérrelo en uno de los calabozos donde no llegue ni la luz del sol.
Después de diez días el preso fue liberado. Volvió a su trabajo y nunca más hubo algunos apagones.
¿Qué sería de los responsables de la electricidad en el túnel de La Cabrera, si el general benemérito mandara en este país? pregunta Ángel Corrales, quién envía este mensaje.
Rosseau y su mensaje
Para esta columna he acudido a un texto del inolvidable Jean-Jacques Rousseau, el Capítulo I de su libro El contrato social. Para el filósofo, el hombre ha nacido libre, pero por doquier se halla encadenado. “Hay quien se cree dueño de los demás y no deja de ser más esclavo que ellos. ¿Cómo se ha dado este cambiar? Lo ignoro. ¿Qué puede legitimarlo? Creo poder resolver esta cuestión, si no considerase más que la fuerza y el efecto que deriva de ella, diría “Mientras que un pueblo está obligado a obedecer y obedezca, hace bien; pero en el momento en que pueda sacudirse el yugo y se lo sacude, hace todavía mejor pues al recobrar su libertad por el mismo derecho que se le arrebató, o está fundado en recuperarla o no lo estaba el habérsela quitado. Pero el orden social es un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Sin embargo, este derecho no procede de la naturaleza, se basa pues en las convenciones”.
Hasta aquí el texto de quien fuera considerado un subversivo de la época.
QUINTO DÍA, 07-10-2016
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