Bukele increpa a EEUU por cuestionar su estrecho vínculo con China
Antes criticaba al régimen de Xi Jinping por irrespetar reglas comerciales y la democracia de otros países, hoy se jacta de firmar un supuesto convenio ”sin condiciones” con China
Por mayoría de votos en la Asamblea Nacional, El Salvador ratificó un acuerdo de cooperación con China destinado a la construcción y donación de obras de infraestructura. Nayib Bukele se regocijó en el convenio de unos 500 millones de dólares en inversión pública, por ser “no reembolsable y sin condiciones”.
Pero la celebración de Bukele recibió una advertencia de parte de Estados Unidos. “Señor presidente, nada de China viene sin condiciones”, escribió Julie Chung, subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU., en respuesta al tuit del presidente salvadoreño.
El convenio inicial, firmado por ambos gobiernos en 2019 significaba un nuevo nivel de relaciones diplomáticas. El país centroamericano rompió relaciones con Taiwán en 2018 justamente para establecerlas con China.
«Si bien tenemos relaciones muy jóvenes con este gran país, estoy seguro de que el potencial del futuro es muchísimo mayor”, declaró Bukele en ese momento. Sin embargo, EE.UU. piensa diferente.
El sarcasmo infundado de Bukele
El mandatario ya había sido noticia por sus críticas a China. Decía que los políticos comunistas de ese país “no respetan las reglas del comercio, hacen proyectos que no son viables y dejan a los países con enormes deudas que no se pueden pagar”.
Luego cambió sus argumentos por la “cooperación estratégica” con el régimen de Xi Jinping que iniciaron con reuniones en la embajada china en ese país.
Ante la advertencia de EE.UU, el presidente millennial no dudó en contestar con la ironía que lo caracteriza. “Ustedes son el mayor socio comercial de China”, respondió al tuit de la representante del Departamento de Estado.
En efecto, EE.UU. mantiene relaciones comerciales importantes con China, aunque no es su mayor socio, ese puesto pertenece a la Unión Europea. En el año 2020 EE. UU. comercializó productos con China por más de 586.000 millones de dólares. De ese monto, aproximadamente 451.000 millones fueron exportaciones y el resto, importaciones.
Lo que tampoco menciona el mandatario salvadoreño es que se trata de acuerdos comerciales con contratos establecidos. Además, EE. UU. ha puesto la lupa a las prácticas desleales del régimen chino. Esto provocó que el entonces presidente Donald Trump ordenara aranceles a productos chinos, primero en 2018 por 50000 millones de dólares y luego en 2019 aumentó los impuestos del 10% al 25% para importaciones. Esta posición se mantiene en pie —al menos por ahora— durante la administración de Joe Biden. «No voy a tomar ninguna medida de inmediato, y lo mismo se aplica a los aranceles», dijo cuando resultó electo.
El truco de China
China va dejando su rastro en todo el mundo. Establece acuerdos comerciales que en principio parecen beneficiosos para los países que abren sus puertas. El caso más cercano es Venezuela.
Hasta principios de 2019 el régimen de Xi Jinping había prestado 62000 millones de dólares a la dictadura venezolana según la Base de Datos de Financiación China-América Latina. Una investigación de El País señalaba que la suma representa aproximadamente el 40% de la financiación que Pekín ha concedido a toda América Latina.
Pero hay otros ejemplos un poco más lejanos como África. Con un tercio de las reservas minerales del mundo, se convirtió en un objetivo valioso para China que busca expandirse como potencia. Allí el régimen comunista está construyendo megaproyectos como presas, puertos. Mientras China devora recursos, los demás países quedan endeudados.
Este modo de actuar de China incluso ha sido catalogado como “la diplomacia de la trampa de la deuda”, por conceder créditos para obtener concesiones económicas y políticas cuando el deudor no pueda cumplir con su parte.
Memoria corta
El acuerdo con China ratificado por El Salvador detalla que el país se comprometió en «levantar los límites de registros migratorios al personal chino del proyecto, así como a sus cónyuges y parentescos lineales».
Además, los salarios de los trabajadores chinos estarán exentos de impuestos y los tratamientos médicos que necesiten se realizarán «conforme a las leyes salvadoreñas», replicó EFE. Los materiales importados por China también estarán exentos de impuestos.
Paralelamente, la parte china “ofrece los materiales productivos, productos técnicos o equipos individuales, con los servicios técnicos que sean necesarios».
Ante ese convenio y los trucos comerciales de China y las condiciones que deberá cumplir El Salvador, queda por sentado que Bukele olvidó lo que tanto criticaba.
“Queremos ser amigos de China, pero China tiene que ser amigo de nosotros, no con dinero o inversiones, con respeto”, decía en la locución que ahora circula en redes sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario