Un paso para salir del ciclo de la violencia: apureñas se certifican como peluqueras y costureras (y II)
Proyecto que ejecutan las religiosas Adoratrices en entornos de violencia de género y sexual, capacita y dota a más de cien sanfernandinas para emprender
Sulay García – 07/08/24
Fotos: Sulay García
110 mujeres ya están capacitadas para identificar, prevenir y liberarse de la violencia basada en género, explotación sexual y trata que reina en su entorno, 16 de los barrios más pobres de San Fernando, Apure.
Ellas integran las dos cohortes de cursos de Costura, Peluquería, Sistema de Uñas y Enfermería, del proyecto Prevención y Atención a Mujeres en Contexto de Prostitución, Explotación Sexual, Violencia Basada en Género y Trata.
“Al principio eran sólo 100 mujeres, pero, cada vez, nos llegaban más”, afirma Martha Rodríguez, religiosa Adoratriz del Santísimo Sacramento, congregación católica que ejecuta el proyecto en la capital apureña.
El primer grupo de 85 mujeres, recibió su certificado el 9 de marzo de 2024 y, las 23 restantes, el 9 de abril, indica la también coordinadora en Apure de esa congregación religiosa. El proyecto concluyó a finales de mayo.
“Esta capacitación les proporciona herramientas personales, laborales y de negocio para superar la vulnerabilidad y riesgos a los que están expuestas en sus entornos de vida”, afirma Rodríguez.
En el proyecto participan mujeres de los sectores populares sanfernandinos José Wilfredo Rodríguez, 23 de Enero, Mi Cabaña, Villa del Sol, La Guamita, La Morenera, Mango Verde, Flor Amarillo, Curitero, El Terraplén, Santa Teresa, Nueve de Diciembre y la calle Independencia.
También de los barrios Puerto Miranda y Marisela, ubicados en el borde guariqueño del Río Apure, al pie del puente María Nieves, que une a Camaguán (Guárico) con San Fernando (Apure).
La mayoría de las mujeres son cabezas de hogar y sobreviven del “rebusque” en lo que salga porque la pobreza, rara vez, da chance para las tres comidas diarias, la familia es numerosa y ningún miembro tiene trabajo formal.
De lo personal a lo laboral
La formación consta de tres módulos de 12 horas, cada uno, y se ejecuta mediante convenio con el programa Fe y Alegría Capacitación y la comunidad de Laicos Adoratrices.
También, colaboran instituciones del Estado como la Defensoría del Pueblo y organizaciones no gubernamentales como la Red de Mujeres Constructoras de Paz.
Los tres módulos se imparten secuencialmente de modo que, Reconstrucción de Lazos Familiares y Proyecto de Vida, fortalecen las habilidades personales de las participantes, así como, Capacitación Laboral y Emprendimiento y Mercadeo, sus competencias en oficios y negocios.
Familia
A través del módulo de Reconstrucción de Lazos Familiares aprenden a identificar todos los tipos de violencia de las que son objeto en sus relaciones cotidianas. También conocen la ruta de atención y protección a la víctima.
Además, “adquieren habilidades para reconstruir esos lazos familiares destruidos por los conflictos en su hogar y crear espacios de paz”, explica Luisa Vásquez, psicóloga de los Laicos Adoratrices y la Red de Mujeres Constructoras de Paz.
Un extra de este módulo es conocer todo sobre la trata, un delito consecuencia de la migración en condiciones de vulnerabilidad extrema que, en Apure, es frecuente por ser un estado fronterizo y uno de los tres más pobres del país.
“La intención es que nuestras mujeres sepan qué hacer y a dónde acudir en caso de una propuesta de trata, porque ellas son muy vulnerables y migran constantemente”, precisa Vásquez.
Autoestima
Pensar que no merecen una vida distinta y digna, es frecuente en las mujeres que habitan en entornos de riesgo y “lo más importante es no permitir que este ambiente las atrape”, indica Jeannette Amaro, experta en administración de recursos y facilitadora del módulo Proyecto de Vida.
Ella explica que los esfuerzos de esta inmersión se centran, primero, en que las participantes del proyecto trabajen en un cambio de perspectiva para que tengan confianza en sí mismas y sientan que merecen y tienen derecho a un mejor trato y condiciones de vida.
Segundo, en la planificación de la vida que anhelan. Es proporcionarles herramientas que las ayudan a establecer sus metas en todos sus ámbitos de vida y a trazar la vía para alcanzarlas.
De todos estos ámbitos, el personal es el prioritario. “De allí podemos seguir avanzando hacia los otros aspectos: profesional, económico…”, asegura Amaro.
Oficio
El módulo de Capacitación Laboral busca que los aprendizajes adquiridos en los diferentes procesos formativos puedan ser una oportunidad para su crecimiento personal y bienestar económico.
Yulis Orasma, facilitadora de este aprendizaje, afirma que la adquisición de destrezas en un oficio afianza el cambio de perspectiva iniciado por lazos familiares y proyecto de vida.
Según Orasma, así como el fortalecimiento personal garantiza el éxito en el oficio, éste, a su vez, blinda el crecimiento personal.
“Nos importa que comprendan la importancia de aprender, pero también, cómo gestionar los aprendizajes”, manifiesta la también coordinadora de Fe y Alegría Capacitación, en Apure.
Esta etapa se asegura de que las cursantes perfeccionen sus habilidades en un oficio que ya conocen o deseen aprender. También que comprendan que, más allá de la responsabilidad consigo mismas, son “emprendedoras sociales”.
Negocio
La hermana Martha Rodríguez, afirma que el proyecto busca que las mujeres crean en su valía porque ellas son muy capaces.
En el módulo Emprendimiento y Mercadeo diseñan su modelo de negocio e identifican recursos para su ejecución. También aprenden a administrar estos recursos, analizar el mercado, identificar oportunidades, prevenir pérdidas y conocer leyes que regulan su comercio.
“La idea es que del proyecto salgan capacitadas y equipadas para emprender”, explica Ángel Navarro, facilitador del taller de Emprendimiento y Mercadeo, también de Fe y Alegría Capacitación.
Esta inducción se rige por el modelo Canvas que enseña los pasos a seguir para el emprendimiento, empoderamiento y gestión de tiempo, recursos, gastos y costos para que, éstos, generen un ingreso, explica Navarro.
Frutos
Una de las jóvenes participantes del barrio José Wilfredo Rodríguez, al sur de San Fernando, ya ve los frutos de su curso de Corte y Costura.
Con cuatro de 10 meses de formación, comenzó a trabajar. Ella explica que, ahora, no necesita poner una prenda hecha sobre la tela para poder cortarla como hacía antes, porque ya sabe patronar y no tiene miedo de producir para vender.
“Los cursos me parecen excelentes para las personas que no tenemos recursos. Yo ya hago vestidos, blusas, faldas, short, monto cierres, reparo y me ayudo bastante”, testifica.
La joven tiene la ilusión de tener su propio taller de corte y costura para seguir la ampliación de la habitación que, ella misma construyó, en el patio de la casa de su madre y donde vive sola con sus tres hijos.
Transformadas
El proyecto Prevención y Atención a Mujeres en Contexto de Prostitución, Explotación Sexual, Violencia Basada en Género y Trata, impacta la vida de formas inimaginables, sostiene su coordinadora, Martha Rodríguez.
Recuerda la impresión de una de las participantes, una joven de 17 años embarazada de su tercer hijo, que tomaron de modelo en el curso de Peluquería y Maquillaje para involucrarla, porque no se atrevía ni a hablar.
“Cuando le cortaron el cabello y maquillaron, que se vio tan bonita en el espejo, no se reconocía, no creía que era ella. Nunca se había arreglado el cabello ni maquillado”, narra la hermana Adoratriz.
Isneida Monserrat, facilitadora de los talleres de Peluquería y Corte y Costura, también presencia, en sus cursos, el paso a paso de la transformación y se enorgullece de la resiliencia de sus alumnas.
“Este trabajo es muy conmovedor, a pesar de que hemos escuchado experiencias muy duras, hemos visto cómo, ellas han aprovechado al máximo este curso y la dotación que les dan las Adoratrices”, comenta.
Empoderadas
Una vez que las participantes aprueban los tres módulos, son certificadas y dotadas de todos los materiales y equipos que requieren para comenzar a trabajar en la rama para la que se prepararon.
El Kit de Empleabilidad, que reciben para comenzar, contiene tijeras, peines, capa de corte, máquina de afeitar, secador y plancha de cabello para las peluqueras.
Luisa Vásquez, facilitadora de los módulos Reconstrucción de Lazos Familiares y Trata
Así mismo, tijeras, metro, reglas de costura, patrones, hilos y otros insumos para las costureras. Lámpara secadora, utensilios de corte y limpieza y otros insumos como pinturas de uñas, removedores y limas, para las manicuristas.
Las participantes también son dotadas, regularmente, durante la capacitación, con un kit generoso de productos de higiene personal y otro de víveres.
El proyecto las atiende de acuerdo al tiempo, ritmo y necesidades de cada una. Si no aprueban la capacitación, la repiten hasta que estén listas para salir al mercado, recalca Rodríguez.
Más de cuatro décadas
Éste proyecto de 10 meses, es el más reciente de la congregación de religiosas que llevan 46 años acompañando y formando mujeres en la extinta cárcel de San Fernando y en los barrios más pobres de la capital apureña.
El carisma de las Adoratrices es el rescate de mujeres y niñas en contexto de explotación sexual forzada y su misión es ofrecerles alternativas de medios de vida donde ellas se sientan dignas y empoderadas.
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