Análisis de entorno: El 10 de enero será una divisoria de aguas entre lo legal y legítimo, y lo que no lo es
Día a día en el último tiempo la pulseada entre el gobierno chavista por mantenerse en el poder, y los esfuerzos de la oposición liderada por María Corina Machado y por el presidente electo Edmundo González Urrutia, se manifiesta por distintos medios en la conciencia de que cada parte tiene en juego elementos críticos que los llevan a jugarse el todo por el todo.
Del lado del gobierno quedó claro que él «cueste lo que cueste» los está haciendo traspasar límites que el chavismo en el pasado nunca hubiera siquiera considerado. Lo anterior debido a que su permanencia en el poder es la única garantía que les queda a los cientos de dirigentes involucrados y a sus miles de amigos y relacionados, para evitar ser apresados por la justicia internacional unos y por la justicia estadounidense los más.
Desde el mismo 28 de julio quedó claro que el chavismo había perdido la iniciativa política y la iniciativa mediática, y que aún siguen en modo reactivo defensivo con un comportamiento similar al que en el pasado les había resultado exitoso, tanto en el 2013 como en el 2018, pero que en estas circunstancias no les está funcionando porque el contexto -el entorno- cambió y las condiciones ya no son las mismas.
Porque esta vez el pueblo, que supo ser chavista, les dio drásticamente la espalda y hoy considera que no hay ningún beneficio en la continuidad, y además comienzan a cuestionar con ojo crítico el pasado cuando apoyaban a la revolución, más que nada como un acto de fe que fue convirtiéndose en un síndrome de Estocolmo del cual, a partir de mediados del año 2023, comenzaron a salir.
Abrieron los ojos y «descubrieron» los escombros a su alrededor que en su ensimismamiento no habían notado, pero que ahora son la muestra indeleble de que el camino que llevaban estaba, deliberadamente, equivocado.
Desde los esqueletos de los túneles, ferrocarriles y vías elevadas oxidándose, pasando por la destrucción de Pdvsa y del sector eléctrico, y el deterioro de todo aquello que, por falta de mantenimiento, desinversión y corrupción entró en fase de colapso.
La base popular entendió que el chavismo debe dar un paso al costado y darle la oportunidad a algo diferente. Cuya diferencia crítica es que la nueva propuesta no genera enemigos, sino todo lo contrario, busca alinearse con el mundo y volver a la senda de normalidad y sentido común que había antes de que ellos llegaran al poder.
Porque del lado de la oposición no solo hay una clara apertura hacia la incorporación positiva de un nuevo chavismo en esta etapa, sino que se ha convertido en un faro de libertad prosperidad y bienestar rescatando la esperanza del pueblo venezolano; y lo más importante, rescatando la autoestima que se diluyó en el camino.
El otro tema que comienza a ser más claro para esas bases, es la disociación entre el concepto de Venezuela como pueblo y del actual gobierno venezolano, porque puede observarse desde cualquier ángulo la solidaridad internacional con el pueblo, y el repudio y el rechazo a su gobierno.
Porque hay que estar claros que nunca hubo un motivo concreto para que el chavismo decidiera pelearse con Estados Unidos y con todos aquellos que significaran progreso y bienestar. Y ese ataque consistente y continuo, si bien demoró en obtener respuestas, cuando las obtuvo fueron de una brutal contundencia.
Que pudiera asimilarse a la frase del almirante Yamamoto del Japón luego del ataque a Pearl Harbor de «hemos despertado a un gigante dormido»; algo así pasó con nosotros y la respuesta es la que estamos sintiendo vía unas sanciones que consideramos agraviantes y dañinas, pero que no son otra cosa que una herramienta de política exterior en contra de lo que los americanos ven en nosotros como que «somos una amenaza inusual y extraordinaria para su seguridad interior».
Porque hay que estar claros en que el propósito de esas sanciones dirigidas al gobierno chavista, sus instituciones, funcionarios, amigos y relacionados, es producir una presión de tal magnitud que los obligue a dar ese paso al costado que hoy masivamente el pueblo venezolano les está pidiendo. Su tiempo ya terminó, y tienen que dar el paso a una nueva etapa.
González Urrutia, en una entrevista con EFE, dijo que está «moralmente preparado» para su eventual detención si regresa a Caracas. Fotos: EFE
Político
El tema político relevante de esta semana qué pasó, tiene que ver con la manifestación de voluntad de Edmundo González Urrutia de estar presente en Venezuela para juramentarse y asumir la presidencia el próximo 10 de enero, y la respuesta del nuevo jefe de la revolución Diosdado Cabello de que eso no va a ocurrir, y que, si intentara entrar a Venezuela, él tenía las esposas para encarcelarlo.
Porque no cabe duda que ya cuatro meses después de la elección del 28 de julio gran parte del juego ya está sobre la mesa y todo es cuestión de que, con las piezas de información de que se dispone, anticipar las distintas opciones que hay por delante.
Porque si cada día aplicamos el concepto económico de ceteris paribus podemos encontrarnos que al día siguiente las condiciones pueden cambiar; por lo que hay un escenario que podría ser de aceptación general, según el cual Nicolás Maduro se va a juramentar, pero que Edmundo González también lo va a hacer.
Lo anterior podría dar pie a vincular la situación con la del interinato de 2019, el cual no pudo sostenerse y el gobierno del chavismo, si bien no logró el reconocimiento de los países relevantes para nuestro modo de vida, sí retuvo el poder de facto y siguió gobernando hasta el momento. Pero esta vez, con fecha de expiración el próximo 10 de enero de 2025.
Pero las condiciones esta vez son diferentes porque no se trata de un interinato sino de una elección con muy altos niveles de participación popular y con una victoria de la oposición, del orden del 70-30. Consagrando ganador a Edmundo González quien, pese a todos los intentos del gobierno de desconocerlo, es el presidente electo y formalmente tiene el derecho y la obligación de asumir el gobierno en la fecha que la Constitución le establece.
Porque de ninguna manera habrá dos presidentes, sino que ese día solamente estará Edmundo González y también habrá un expresidente que todo indica ceteris paribus que se negará a entregar el poder y habrá que buscar la manera en que lo entregue, porque ese día será un hito que colocará a los actores en diferentes lados de la historia.
Ese día es constitucionalmente emblemático y generará una divisoria de aguas entre lo legal y legítimo, y lo que no lo es. Y eso se manifestará en turbulencias sociales y políticas que desde el lado del gobierno chavista se van produciendo diariamente en forma incremental y desde el lado de la oposición, en mensajes de contención para evitar -o por lo menos postergar- el choque que ese día debería ocurrir.
Social
La pobreza en Venezuela sigue siendo un tema crítico, especialmente en el contexto de la crisis económica y social que el país ha experimentado en los últimos años. El análisis de la pobreza por clases socioeconómicas revela disparidades significativas.
Uno de los disparadores importantes para el cambio sociocultural y en la sociedad venezolana tiene que ver con la pobreza que tradicionalmente había sido un tema importante en Venezuela, pero que solo desde el advenimiento de la revolución es que se expandió y se profundizó.
Nunca en el pasado habíamos llegado a tener más de 90% de pobreza que nos muestra Encovi. Así como tampoco la profundización de las clases socioeconómicas que estábamos acostumbrados a analizar.
La clase socioeconómica alta es tal vez la que ha logrado mantener recursos y acceso a bienes y servicios, y casi principalmente no debido a los activos que poseen en el país, sino principalmente a lo que pudieron mantener en el exterior, excepto las grandes organizaciones que están ancladas-enterradas en el país y que han hecho esfuerzos gigantescos para mantener su posicionamiento.
La clase media es a lo mejor la más visible, porque se ha ido achicando, y todos los días alguien está pasando a una clase más baja, entrando en lo que se llama pobreza, porque ha sido severamente afectada por la crisis, con un notable descenso en el poder adquisitivo y pasando ya a niveles reales de pobreza.
La clase baja -o los que llamamos pobres- alcanza a la gran mayoría de la población, con condiciones hasta de pobreza extrema, y de terminar el día, e irse a dormir, sin haber tenido los alimentos de subsistencia. Por eso, todo indica que se va convirtiendo en estructural por la falta de empleo y el acceso limitado a servicios básicos, que los colocan en un ambiente de muy alta vulnerabilidad.
La pobreza multidimensional incluye aspectos como la educación, la salud y el nivel de vida, además de los ingresos económicos. En Venezuela se ha reportado que un alto porcentaje de la población vive en condiciones de pobreza multidimensional, y según estimaciones, más de 90% de la población podría estar bajo la línea de pobreza, y con un gran número en pobreza extrema.
Es interesante analizar el enfoque que plantea el Instituto Ethos de Brasil, que es lo que se llama pobreza de hogar y pobreza de entorno. En algún tipo de sociedades, la pobreza de hogar que es la que está de la puerta de la casa hacia adentro, y la pobreza de entorno es la que se encuentra de la puerta hacia afuera.
La pobreza de entorno, con servicios e infraestructura al borde del colapso, comienza a afectar a la población en los estratos un poco más elevados. La hiperinflación, la devaluación de la moneda y el acceso limitado productos básicos, han llevado a una mayor desigualdad. Donde si bien el tope alto de no más de 400,000 personas que tiene acceso ilimitado a todo tipo de recursos, encuentra siempre el choque de lo que se llama entorno porque por más cuando se va la luz es posible que tengan plantas eléctricas, pero cuando se acaba el combustible después no tienen como reabastecerlas, lo mismo el tema de agua si no tienen pozos propios.
O sea que esta pobreza de entorno empieza a subir hasta alcanzar -de distinta manera por supuesto- a los niveles medios y altos de la sociedad. Porque, en definitiva, la escasez de alimentos y medicinas ha afectado desproporcionadamente a las clases más bajas. Lo cual ha dado pie al proceso de emigración, que se ha vuelto relevante, y donde ya ha superado los 8 millones de venezolanos fuera del país, de una población de referencia de 32 millones, de los cuales nos quedarán alrededor de 26 millones.
Supuestamente, para finales de este año 2024 debemos acercarnos a los 9 millones de venezolanos fuera al país y que sí se da la turbulencia social que va a ocurrir a partir del 10 de enero, y si se prolonga por mucho tiempo, habrá más venezolanos que van a terminar abandonando el país.
El gran éxito del chavismo desde que pasó de ser una organización golpista a entrar en el ámbito democrático, ha sido alinearse, en el discurso, con las necesidades de las poblaciones más pobres; de hecho, encontró el apoyo importante en votos en las bases populares, llegando en algún momento a que un ministro pronunció una frase muy triste, que es que “para qué los vamos a sacar de la pobreza si después se convierten en escuálidos y dejan de votar por nosotros”.
Con esa frase mostraron el corazón de la estrategia que llevaron a que Venezuela se convirtiera en una fábrica de pobres; a partir de los pobres que ya había, profundizarlos y hacerlos más dependientes, e ir subiendo de forma tal que de los 25 o 26 millones de habitantes que podemos tener hoy en día, 400.000 están en un nivel muy alto, y unos 4 millones pueden estar oscilando una parte en clase media alta, y otros 2 millones en clase media baja, que es la que está alimentando la pobreza todos los días.
Y el resto, la gran masa de 20 millones mínimo, está en situaciones de mucha pobreza; y digo esto del discurso del chavismo por la contradicción de que no era justo que vivieran de esa manera, más cuando el gobierno hablaba de la riqueza petrolera contrastando con esa población de altísima vulnerabilidad, la cual en algunos casos ya se ha convertido en estructural y puede llegar a tomar un par de generaciones por delante, para llegar a mitigarla.
Más que nada porque la inestabilidad política en la que vivimos, que impide la recuperación económica, que va desmejorando las condiciones económicas alejando las posibilidades de que alguien salga de la pobreza, pasando a ser un trabajador productivo.
Por consiguiente, la situación de pobreza de Venezuela es una situación que va a durar mucho tiempo, pero el primer paso de salida se va a dar el día en que Edmundo González asuma el poder y empiece a ver al pobre como alguien a quien tiene que rescatar, y no como alguien que tiene que mantener en esa situación porque es su fuente de votos. Bueno ahora ya sabemos que no es más su fuente de votos porque despertaron y se dieron cuenta de que por ahí, no es.
Económico
En lo económico dada la situación de inestabilidad política que se vive hoy en día, es muy difícil pensar que alguna de las variables críticas pueda llegar a mejorar y sacarnos de esta situación de recesión progresiva por la que estamos transitando. Más que nada porque no hay manera de que un inversor nacional o extranjero sea capaz de mejorar su posición o de establecerse en nuestro país donde las condiciones de futuro están seriamente cuestionadas.
Más que nada porque hay una debilidad profunda de las instituciones que hacen peligrar los activos de cada persona y de cada empresa, por la falta de seguridad jurídica, y por la vulnerabilidad del mismo sistema institucional alguien puede llegar a perder lo que tiene porque simplemente piense políticamente de una manera diferente.
Un caso clásico es lo que se ha visto esta semana que pasó del empresario de los camarones del Zulia de apellido Rincón con sus hijos, quien de repente se convierte en un conspirador de cara a cómo lo percibe el gobierno, que evidentemente lo hace como un enemigo, y pone en tela de juicio toda su inversión y toda su proyección.
Porque no hay que perder de vista que hace relativamente poco tiempo fue casi el empresario del año en la zona del Zulia donde según información, las empresas de Rincón contribuyen con el orden de 60% del producto bruto del Zulia, y el producto principal que él maneja, que son los camarones, son la principal exportación no tradicional de Venezuela.
Todo empresario debería mirarse en el espejo de Rincón porque es algo que le puede pasar a cualquiera de los que hoy no han siquiera preguntado por su situación, sin perder de vista que todos hoy pueden caer en su situación porque pueda tener una palabra que no le gusta al gobierno. Y como este tipo de empresario, que es de los que se queda, en general tienen un anclaje territorial y la manera de poder defender sus bienes y hacer progresar, y evitar perder los empleos, es desarrollando los negocios personalmente en el país.
Porque muchos, sí pudieran hacerlo, lo más probable es que saltarían al exterior como ya han hecho otros tratando de desarrollar negocios afuera y mirar con preocupación cómo se derrumba la economía venezolana y haciendo que sea más difícil el pensamiento de retorno.
Debemos entender que nuestra economía está en un tobogán y que no hay política pública que pueda cambiar ese sentido de dirección, ni la pendiente de la caída sino que por el contrario las mismas condiciones van aumentando la pendiente hasta que se llegue a una especie de caída libre,
Por eso preocupa la actitud de la dirigencia empresarial de acompañar al gobierno sin considerar los elementos de fondo que pueden hacer que este tobogán se modifique. Sabiendo que solamente mediante un cambio de modelo es que podemos cambiar nuestro destino. Pero no se escucha ni una sola opinión dentro de ese empresariado que esté presionando por ese cambio de modelo.
Más allá del tema político que se puede entender que en las condiciones de autoritarismo en el que se encuentra Venezuela sería una especie de “suicidio económico” asumir posiciones diametralmente opuestas al gobierno, pero lo que luce difícil de digerir es el acompañamiento, porque acompañar en este momento es prestar acuerdo, y prestar la cara, prestar el prestigio y prestar la trayectoria de hijos y nietos, para algo que nos está destruyendo todos los días un poco más.
El presidente argentino Javier Milei sonríe antes de posar para una foto de grupo con los jefes de estado del G7 y los jefes de delegación de los países de extensión durante el segundo día de la Cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Italia. 14 de junio de 2024. Foto: EFE/ EPA/ ETTORE FERRARI
Internacional
Como una referencia, el gobierno argentino presidido por Javier Milei y su movimiento libertario -que se está convirtiendo en un partido político para competir a nivel nacional- está adoptando un conjunto de medidas con el propósito de revertir una inercia populista aplicada por el kirchnerismo bajo la franquicia del chavismo.
Es posible que Argentina hubiera tenido el mismo destino que Venezuela si no hubiera sido por la fortaleza de sus instituciones que lograron frenar el embate de, en su momento, la Cristina eterna, la cooptación de los espacios por parte de la Cámpora, y la brutal corrupción.
Javier Milei, presidente de Argentina desde el 10 de diciembre de 2023, tiene una mínima minoría en el Congreso, y en 10 meses de gobierno ha conseguido logros a nivel legislativo y de manejo de las finanzas públicas, echando bases para un verdadero cambio de rumbo en la cultura argentina.
Su objetivo estratégico es volver a posicionar a la Argentina entre las 7 economías más importantes del mundo, donde supo estar a principios del siglo XX, con la vigencia de la Constitución de 1953 con un corte netamente liberal, sin banco central y con un estado pequeño.
En ese camino, está achicando el Estado y pasando al sector privado toda actividad que no tenga sentido que sea manejada por el Estado. Privatizaciones y achicamiento del Estado son los dos resultados de su Plan Motosierra.
Claro que, en ese tránsito, con una pobreza heredada de 50%, tuvo que tomar medidas de contención social duplicando las asignaciones especiales y los planes de ayuda para los menos favorecidos. Pero en la consciencia de que solo el empleo privado es el que realmente sacará a la gente de la pobreza.
En el sentido de lo anterior, ha tomado diversas medidas para abordar la crisis económica del país y ha señalado varios logros en su gestión. A continuación, se detallan algunas de las principales medidas y logros reportados hasta ahora:
Medidas tomadas:
- Dolarización: propuesta y avance hacia la dolarización de la economía, lo que busca estabilizar la moneda argentina y controlar la hiperinflación, llevándola a 3% en octubre y esperando menos de 2% para diciembre de 2024.
- Recortes presupuestarios: implementación de recortes significativos en el gasto público, incluyendo despidos en el sector público y reducción de subsidios, hasta lograr el déficit cero en marzo pasado y sostenerlo hasta el presente, con un compromiso indeclinable de convertirlo en política de Estado.
- Apertura comercial: promoción de políticas de apertura comercial, eliminando o reduciendo aranceles para fomentar la inversión extranjera y el comercio. Se ha reunido en varias oportunidades con los empresarios tecnológicos más importantes del mundo debiendo destacarse el caso de Elon Musk y la atracción de sus empresas hacia la argentina.
- Eliminación de impuestos: reducción o eliminación de ciertos impuestos que se consideran perjudiciales para la inversión y el crecimiento económico. El más importante con efecto inmediato es la eliminación del impuesto país de 17% para toda importación y gasto en el exterior.
- Flexibilización laboral: modificación de normativas laborales con el fin de incentivar la contratación y reducir la informalidad. Aún está pendiente un conjunto de medidas que se van negociando como una pulseada con el Congreso, pero con un claro sentido de dirección.
- Medidas contra la inflación: estrategias para controlar la inflación, aunque los resultados de estas medidas aún están en observación. Llegó a la emisión cero de dinero inorgánico, emitiendo solo contra la creación de reservas.
Logros reportados:
- Estabilización inicial de la economía: aunque los resultados son aún preliminares, ha habido señales de estabilización en algunos indicadores económicos, como tasas de crecimiento en ciertos sectores.
- Atracción de inversiones: incremento en el interés de inversión extranjera en sectores clave, como energía y tecnología, tras políticas que buscan un entorno más favorable. El riesgo país bajó de 1.800 puntos en el gobierno anterior al orden de los 700 puntos, con la tendencia a seguir bajando y colocarlo en el entorno de 300 a 500 puntos.
- Reducción de la inflación: algunos informes han indicado una desaceleración en la tasa de inflación en comparación con meses anteriores, aunque la hiperinflación sigue siendo un desafío.
- Aumento de la confianza: mejora en la confianza empresarial y consumo en ciertos sectores debido a las reformas y la narrativa positiva sobre la economía. Esto se nota por la baja del dólar paralelo (blue) que está en $1.100 y la mínima brecha con el oficial en $988,50. Deben converger en el momento en que se levante lo que se conoce como “el cepo” y quede solo una cotización.
- Apoyo popular: mantenimiento de un alto nivel de apoyo por parte de sus seguidores debido a sus políticas de cambio y promesas de reformas. Al cierre de esta semana su aceptación estaba en el orden de 58%, casi 5 puntos más que los que obtuvo en la elección que lo convirtió en presidente.
Es importante tener en cuenta que muchas de estas medidas y logros están sujetos a evaluación continua y pueden tener efectos a corto y largo plazo. El contexto político y económico en Argentina es dinámico, y la efectividad de las políticas de Milei seguirá siendo objeto de análisis en el futuro.
Recomendación
- Al gobierno: que pongan a disposición de los empleados administrativos en las delegaciones diplomáticas cerradas en los diferentes países con los que cortaron las relaciones, los instrumentos para que procedan a devolverle a los ciudadanos venezolanos residentes en esos países, los documentos que quedaron entrampados en sus oficinas. Por ejemplo, en Argentina, una juez de familia de Neuquén tuvo que autorizar el viaje al exterior de un par de menores cuyos documentos apostillados quedaron entrampados. Es de personas de bien el no perjudicar a la gente.
- A la dirigencia opositora: que busque la manera de proteger la llegada de Edmundo González a Venezuela para su juramentación, y que, en caso de ser necesario, acepte la oferta de protección del gobierno de EE UU. Porque para el 10 de enero aún se estará bajo el gobierno de Biden quien hizo la oferta, pero con la cuasi seguridad que 10 días después asumirá Trump quien continuará con el compromiso de apoyar la presidencia de Edmundo González, legítimamente ganada en la elección del 28 de julio. Porque la solución de Venezuela está y estará en manos de los propios venezolano, pero tendrán que enfrentarse a fuerzas que el 10 de enero de 2025, si no les entregan el poder, habrán ido en contra de la Constitución Nacional, entrando en la ilegalidad.
- A la dirigencia empresarial: que no pierda de vista que tienen en sus manos el prestigio y la credibilidad de la clase empresarial que siempre ha sido la columna vertebral de la actividad económica de Venezuela. Y que la están poniendo en riesgo comprometiéndose y acercándose demasiado a un gobierno que sigue llevando al país en un tobogán que nos acerca a la caída libre, con la excusa de las sanciones, que todos saben que no son contra el país sino contra un gobierno que ha decidido alejarnos de toda fuente de progreso y bienestar. Si saben que este no es el camino, deberían sacar un documento en el cual tomen la posición institucional que apoye la ética empresarial y la firmeza de las instituciones que con este gobierno han sido casi pulverizadas.
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