Los flamencos de Tocorón ahora viven en el Parque del Este
Con plumaje desteñido por falta de nutrientes y con mucho estrés, así llegaron a Caracas los flamencos cautivos en el penal. Ahora tienen nuevo hábitat: la laguna artificial del parque
Nunca fueron condenados por un crimen pero vivían en cautiverio desde hace muchos años en Tocorón, una de las cárceles más peligrosas de Venezuela: cinco flamencos rosados fueron «excarcelados» y llevados a una laguna artificial en el Parque del Este, tras el desalojo del penal.
Las aves, cuyo plumaje en la vida silvestre es de un rosado intenso, fueron trasladadas al parque Generalísimo Francisco de Miranda, en el este de Caracas, informó a la AFP una fuente de la institución.
Los ejemplares, que presentan decoloración en el plumaje al haber tenido una dieta inadecuada, fueron introducidos de forma ilegal en la cárcel de Tocorón, ubicada en Maracay (estado Aragua, centro-norte), que estaba bajo control y servía como centro de operaciones de la temida banda criminal Tren de Aragua.
Flamencos y más
El penal era más bien una ciudadela donde además de un zoológico había parques infantiles, piscinas, restaurantes y hasta una discoteca. Todo funcionó durante años sin que, aparentemente, el gobierno se diera cuenta de tantas irregularidades.
El zoológico albergaba animales silvestres, como jaguares, garzas y estos flamencos.
Las aves (Phoenicopterus ruber) presentaron bajo peso al momento de su rescate, explicó la fuente.
«Estos flamencos sobrevuelan por el agua, pero no alzan vuelo porque en el penal (de Tocorón) les quitaron algunas plumas para evitar que vuelen», señaló el funcionario, que no precisó el día exacto del traslado.
Al llegar «estaban estresados, ahora el estrés les ha bajado, de hecho buscan aparearse, caminan, se echan, abren sus alas», describió.
Su presencia despierta interés entre los visitantes. «No estaban antes», comentó una mujer que los contemplaba junto a sus dos hijas. «Están algo flacos».
Esta especie, que habita en humedales y ecosistemas costeros, obtiene su color gracias a la alimentación que consumen en la naturaleza, donde escarban con sus picos pequeños crustáceos, moluscos, mariscos y algunas algas.
Estos cinco flamencos figuran entre los pocos animales que sobrevivieron durante el desalojo del penal, el pasado 20 de septiembre, luego de un incendio provocado por los presos durante una operación en la que participaron más de 11.000 agentes.
«La mayoría de los animales fueron víctimas del fuego encendido por los propios privados de libertad que estuvieron allí, y ese fuego deshidrató a la mayoría de los animales, lamentablemente», declaró a la AFP el ministro de Interior y Justicia, almirante Remigio Ceballos, durante una rueda de prensa posterior a la evacuación de la cárcel.
Antes de llegar al Francisco de Miranda, hicieron una cuarentena en otro zoológico de la capital.
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